El nombre científico de la planta es Solanum Iycopersicum, y su fruto es el tomate. También conocida como tomatera, es una especie herbácea del género Solanum de la familia Solanaceae, y su lugar de origen es de América Central y del norte y noroeste de Sudamérica; su consumo como alimento proviene del suroeste mexicano.

Esta fruta, domesticada en México ha sido estudiada y ya un equipo de científicos ha reconstruido su evolución, así durante el crecimiento, desde su tamaño como un arándano, hasta la talla de un Cherry.

Su llegada a Europa es relativamente reciente, y su uso en la cocina, se dice que fue a través de Hernán Cortés o algún miembro de esta expedición, quien la introdujo en España. Los Aztecas consumían el tomate amarillo, y fue un naturalista italiano el que hizo una descripción de la planta en 1544. No sería sino un siglo y medio después cuando llegó a las cocinas en Italia.

El viaje de una fruta diminuta llamada “tomate”

Debido a su parecido con otras plantas venenosas como la mandrágora o la belladona, se le consideraba como ornamental. Ha sido reconocido como el segundo vegetal más importante del mundo, después de la patata.

La conquista que ha tenido esta fruta en las mesas a nivel mundial comenzó decenas de miles de años en las costas del oeste de Suramérica, lugar de las altas montañas de los Andes y que están separadas por pocos kilómetros de las playas del Pacífico.

La revista Molecular Biology and Evolution reconstruye la historia evolutiva del tomate. Aquí describen sus inicios como pequeños frutos silvestres, del tamaño de un arándano -del que se piensa pudieron haber alimentado a los primeros humanos hace cientos de miles de años-.

El viaje de una fruta diminuta llamada “tomate”

Se pensó que los humanos serían los responsables de la transformación del tomate, pero los investigadores utilizaron secuencias genómicas de 166 muestras de tomates silvestres, intermedios y domesticados, que ayudaron a reconstruir la historia de dicha domesticación y ubicaron el suceso al menos 400 siglos antes de que ser humano llegara a América.

El tamaño del tomate sufrió de dimensiones al llegar a tierras del Norte de América y fue cuando el tamaño de los Cherry se volvieron más pequeños, lo que pudo ser por el cambio de latitud y de ambiente. Es por ello que sus características variaron para poder sobrevivir. Con estos, los antiguos americanos trabajaron para seleccionar variedades y crearon los tomates que acabarían llegando a Europa y que conquistarían al mundo.

El viaje de una fruta diminuta llamada “tomate”

Gracias a los estudios genéticos se permitirá identificar y poder mejorar la resistencia a las enfermedades que atacan este fruto. Debido a la comercialización, se ha perdido un poco su sabor, como lo era al principio, ya que muchos productores buscaron crear tomates de mayor tamaño, o que su piel fuera más brillante, y entonces se descuidó su sabor. Por esta razón, siguen los estudios para obtener de nuevo un tomate con sabor dulzón, gracias a la secuencia del genoma completo de 398 variedades de tomate.

Un toque delicioso y universal en la cocina, el gazpacho es una bebida española de toda la vida, y los italianos no podrían imaginar su cocina sin los aderezos del tomate. En México, uno de los elementos que no pueden faltar en cada platillo.

El viaje de una fruta diminuta llamada “tomate”