La catedral de Esztergom, en Hungría, ha sido noticia en estos días. Y es que en la parte superior de la iglesia más grande de ese país, fue encontrada una cápsula del tiempo de 176 años, la cual se ha podido recuperar gracias a unas obras de renovación que se están llevando acabo en la parroquia este año.

El hallazgo es un enigmático cilindro de cobre que estaba sellado dentro de la cruz en la cúpula que está ubicada a 100 metros de altura. Es la cúpula más alta de Hungría, de un estilo neoclásico y fue una sobreviviente de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial.

En dicha cúpula se encontró un contenedor que había sido dañado severamente por las metrallas, pero al ser abierto, los historiadores han descubierto documentos en muy buen estado, a pesar del tiempo, y están relacionados con la construcción de la catedral.

El director del Tesoro de la Catedral, Csaba Torok, ha dicho que dichos documentos arrojarán informes muy importantes de la época en que fue construida la iglesia, a partir de 1822. La cápsula, de forma cilíndrica fue colocada en la cruz en 1845 por el arzobispo de entonces, József Kopácsy y por el arquitecto en jefe, József Hild, fue quien por la muerte de su predecesor continuó con este proyecto.

Al parecer, el arzobispo Kopácsy asumió que él no estaría para ver finalizada la construcción, y tomó la decisión de que cuando la cruz estuviera terminada, quedara dentro de la misma una huella de la memoria de los constructores y de la época, ha dicho Torok.

El hallazgo

A todo esto, se puede decir que la imaginación colectiva nos llevó a pensar que sería una cápsula como la del imaginario colectivo de alguna película de ciencia ficción, pero se tomó la cápsula como el sitio donde al pasar los años se podrían conservar los documentos de cómo fue construida de la iglesia.

La caja fue examinada con un escáner antes de ser confiado a los historiadores para que fuera abierta, la cual dataría del siglo XIX y que estaba muy bien conservado, a pesar de las difíciles condiciones que ha sufrido en el siglo XX, sin duda, un verdadero milagro de la guerra.

Además de los documentos encontrados, se recuperaron dos recipientes de vidrio, ahora rotos y que una vez se unieron con resina para llegar a formar un solo cilindro de vidrio, es de suponer que algún tipo de metal de metralla fuera el causante de que estos cilindros se rompieran.

A  pesar de ello y de uno que otro documento que se dañó, el resto pudo conservarse en un ambiente anaeróbico, de aquellos documentos densamente almacenados en su interior. Este descubrimiento ha sido todo un acontecimiento emocional para el personal de la catedral.

La Basílica de Esztergom fue construida cuando Hungría pertenecía al imperio austriaco, y fue una sobreviviente pacifica de los siglos y de la independencia de Hungría en 1918. Ha sobrevivido a muchos acontecimientos, así cuando fue ocupada por los soviéticos en 1944, después fue tomada por las tropas alemanas y húngaras, al mes siguiente, hasta que finalmente fue liberada de las fuerzas nazis en marzo de 1945.

Dicha cápsula se exhibirá en el Museo Cristiano de Esztergom.