Se trata de una cantina, que es como se le dice a este tipo de sitios mundialmente conocidos a través del cine mexicano y sus años dorados. Está ubicada en la Delegación Coyoacán, y fue muy frecuentada por famosos en los años 40; entre estos famoso y, según los letreros colocados en sus paredes, están figuras como: Frida Kahlo, su esposo Diego Rivera y el muy conocido actor Emilio “El indio Fernandez”.

Se encuentra en El Barrio del Carmen y dicen que ostenta el título de la cantina más vieja de Coyoacán. El frontón es un sitio que te transporta a esos años 40, como si de una maquina del tiempo se tratara. Detrás de su puertas se esconden historias de los años en Frida Kahlo lo frecuentaba -muy seguido-; se podría pensar que lo hacía para pasar el rato y disfrutar de su comida como de sus bebidas espirituosas, así como para sacar de allí a su esposo el famoso pintor Diego Rivera.

Puedo decir que cuando entras a este lugar te encuentras con un ambiente muy pintoresco y acogedor; con paredes adornadas con objetos y pinturas antiguas. Lo visité con mi hija y su esposo. El único inconveniente que tuve fue que me hicieron comer chalupas con los famosos chapulines, pero esa historia se las contaré más adelante.

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Se dice que el actor Emilio “El indio Fernandez” visitaba este lugar y platicaba o conversaba con los residentes de este popular lugar de Coyoacán; que ya cumplió 75 años de haber abierto sus puertas, al que siguen acudiendo clientes que añoran esos años y con nuevos comensales ansiosos de probar estos platos tan populares como lo son: La tlayuda oaxaqueña hecha con una carne llamada cecina, que es una carne parecida a la que comen los vaqueros (por compararla con algo), muy sazonada y muy aceitada con mucho queso; o de los famosos chapulines que se sirven sobre una cama de tostada de maíz con guacamole.

Esta también las sopas típicas, como la sopa azteca, las sureñas, así como los tacos de pollo con mole negro -enmoladas-, o salsa verde. También tienen el mole amarillo, originario Juárez, tierra natal de Benito Juárez. Pero claro, también están las bebidas espirituosas como el Tequila, Pulques frutales y las muy pedidas micheladas.

De mi aventura en este lugar puedo decir que complací a mi yerno probando las chalupitas de chapulines con bastante guacamole pero al final sentí un poco el sabor, que me recordó a algo así como metal; también disfruté la sopa azteca y un sorbo de pulque natural que tiene un aroma muy fuerte, pero salí airosa de esta aventura gastronómica.