Es una enfermedad autoinmune crónica y neurodegenerativa. Un padecimiento que, en España, por ejemplo, ya lleva más de 50.000 personas diagnosticadas con esta patología.

Para la doctora Neuróloga Marisa Martinez Ginés, la cifra pacientes con este padecimiento se ha duplicado en estas dos últimas décadas, y resulta curioso que se da entre los 20 y 40 años, en su gran mayoría.

La Esclerosis Múltiple (EM) se descubrió por primera vez en 1868, gracias al profesor francés Jean-Martin Charcot y al que llamaron “el padre de la neurología”.

Todavía se desconoce cuáles son las causas de que el sistema inmune se altere. La doctora Celia Oreja-Guevara, jefe de neurología del Hospital Clínico de Madrid, la ha llamado, “La enfermedad de las mil caras“.

¿Por qué es la “La enfermedad de las mil caras”?

Esclerosis Múltiple y sus mil caras

Foto de cottonbro en Pexels

Por dos razones. Una: es que en cada persona es diferente y otra: es que tarde una media de dos años para que una persona llegar al especialista y que sea diagnosticada. Pero cabe destacar que Los síntomas variarán dependiendo de la ubicación de las lesiones y el nivel de degeneración.

Por eso es tan importante que se diagnostique a tiempo, porque requiere trabajo en equipo y un intercambio constante de información entre medico y paciente. Se trata de una enfermedad imprevisible y la incidencia en las mujeres es 3 veces más que en los hombres.

En general, las enfermedades autoinmunes afectan al 8% de la población, y el 78% de esa cantidad son mujeres. Se piensa que existe un factor hormonal, pero todavía no se conoce la causa.

Las caras de las Esclerosis múltiple ¿Cómo puede ser detectada?

Exploración Neurológica

Una solución para asegurar un diagnostico temprano es que se tenga un buena historial

clínico, así como una profunda exploración neurológica (enfocada en EM). Una de ellas sería una resonancia magnética, un examen que nos ha cambiado la vida porque con ello podemos ver las lesiones típicas de esta enfermedad.

Esclerosis Múltiple y sus mil caras

El análisis del líquido cefalorraquídeo, extraído a través de una punción lumbar, también nos ayuda dándonos mucha información necesaria para el diagnóstico de la EM. Y es que los pacientes de esclerosis producen una proteína muy poco usual –las bandas oligoclonales– visible en este líquido.

Síntomas sutiles pero característicos

Pero no podemos olvidarnos de los profesionales, ya que tanto médicos como enfermeras, tienen una intuición particular para detectar los primeros síntomas de esta enfermedad. Para la doctora Oreja-Guevara, uno de los primeros síntomas de alarma seria la alteración de la sensibilidad, así como una visión borrosa, que se considera algo alarmante si persiste por más de 24 horas.

Esta enfermedad tiene dos etapas, una inflamatoria y otra degenerativa. La inflamación es la base, y es en esta etapa en la que deben identificarse las lesiones porque lo que destruye no puede recuperarse. La etapa degenerativa, es cuando comienza a ocurrir la atrofia en el cerebro y en la médula.

¿Puede curarse?

Si nos preguntamos cómo puede detenerse, la respuesta se encuentra en el futuro de las investigaciones. Los fármacos utilizados en la actualidad pueden reducir la inflamación, pero no el daño que haya sido provocado.

El reto para los investigadores es poder lograr un tratamiento que pueda regenerar el nervio.

“Si nos estamos tardando”, dice la doctora Oreja-Guevara, pero sabe que se logrará.

Fue para el año 1995 cuando se aprobó el primer tratamiento para combatir la enfermedad, lo cual ayudó a reducir el brote y la agresividad de la degeneración, lo que trajo un cambio sustancial al control de la enfermedad. Y ya han aparecido otros 15 nuevos tratamientos que ayudan.

Pero esta enfermedad plantea muchos retos, es que un gran ejemplo es cómo se puede avanzar en el control de una enfermedad partiendo desde cero. La esperanza de vida de una persona afectada por EM es muy similar a la de personas no afectadas, algunas famosas, por ejemplo, han anunciado de padecer de esta enfermedad y han podido llevar una vida más o menos normal.

Esclerosis Múltiple y sus mil caras

Selma Blair, Jamie-Lynn Sigler, Teri Garr.