Podría parecer absurdo eso de “escuchar a nuestro cabello”, pero aunque no de forma literal, el cabello nos da gritos de auxilio cuando las situaciones por las que pasamos en nuestra vida personal comienzan a verse reflejadas de una u otra forma. Y es que nuestro cabello forma parte de nuestro sistema nervioso, y debemos prestarle atención cuando exista un desequilibrio en nuestro organismo.
El Dr. David Saceda, tricólogo (dermatólogo de caída del cabello), en su búsqueda por encontrar cuáles eran las causas de la caída del cabello y la forma de poder tener una melena, no solo bonita, sino saludable, llegó a la conclusión, que si bien el usar un buen producto para el cabello es indispensable, evitando aquéllos que contienen químicos dañinos para la salud capilar, también parte fundamental de su vitalidad.
Se verá reflejado por lo que sentimos, lo que hacemos y lo que comemos, estas condiciones también son las responsables de la belleza de tu melena.
El estrés: como es de suponer, es una de las principales causantes de la caída del cabello, la calvicie común o alopecia arista. Las afecciones emocionales nos llevan a un aumento de la secreción de grasa y es cuando favorece el desarrollo de caspa, la dermatitis seborreica que afecta en su mayoría a la población adulta, con enrojecimiento y descamación relacionada con el estrés.
El estado de ánimo: un gran día para una mujer es cuando decidimos dedicarnos por entero al cabello, para nosotras es sumamente importante su apariencia, el ánimo es un factor importantísimo; la depresión es causa primordial en la caída del cabello, es su compañera más fiel. Entre los estudios que se han realizado, este padecimiento logra afectar la buena salud de tu cabello, y que al superarla, la recuperación de tu melena es lenta, ya que este tipo de trastorno emocional debilita el cuero cabelludo y entonces comienza la caída del mismo.
Debemos hacer hincapié en que la alimentación es parte fundamental, el cómo nos encontramos por dentro siempre se verá reflejado por fuera, buscar el menú perfecto para así lograr los resultados que tu cabello requiere.
Una de esas dietas saludables es la mediterránea, ya que incluye muchos ‘antioxidantes’ (verduras y frutas), además del aporte de los oligoelementos sanos, como las vitaminas, minerales y aminoácidos, que son los que nos ayudan a crear la queratina, como la base que le da la fortaleza a nuestro cabello. Por esta razón no podemos permitir tener un déficit de hierro, zinc, cobre, cistina y ácido fólico, todo esto debe estar incluido en nuestra alimentación.
El Dr. López Bran sugiere que se incremente el consumo de tomates y verduras de hojas verdes, ya que son un protector contra la ‘alopecia androgénica’ y no puede faltar el consumo de las proteínas saludables como el pollo, pescado, huevo y las semillas de girasol, sésamo, lino y calabaza.
Para tener una melena en buena forma tienes que incluir además de una buena alimentación, la práctica de algún deporte, al ser una fuente de ayuda para combatir el estrés y nos beneficiará tanto la salud, la piel y el cabello, y toda aquella persona que lo asuma evita estos episodios de caída de cabello, porque se logra un cuero cabelludo más fuerte, sano, hidratado, lustroso y con un volumen envidiable.
Tener buenas costumbres en el aseo personal y llevando hábitos de vida sanos, siempre se verán reflejados en tu apariencia personal, debemos evitar malos hábitos como lo son el tabaquismo y el consumo de alcohol, ya que son los causantes de envejecimiento prematuro. La nicotina por ejemplo, obstruye los vasoconstrictores, que son los que frenan la llegada de los nutrientes al folículo piloso, y a pesar de la alimentación sana que uno pueda llevar, se contrarrestaría al fumar.
Por lo que podemos resumir, para tener una melena saludable, además de utilizar un buen producto para el cabello, es importante llevar un equilibrio en tu vida, con una alimentación balanceada, tratando de reducir esos episodios de estrés, practicando alguna actividad física que te permita llevar una vida tranquila, y muy importante evitando los malos hábitos.
