En el universo de muchos, la retirada de Estados Unidos de Afganistán ha sido considerada como deshonrosa, y pudiera verse como un drama del declive occidental, esto dicho por Adam Tooge; pero es todo lo contrario, desde su punto de vista es engañosa, ya que China estaría ganando terreno como actor económico y el poder monetario y militar estadounidense que todavía le da a Washington una muy clara ventaja para aquellos que apuestan al poder de forma global.
Y es que Estados Unidos continúa con el dominio financiero, ya que las divisas nacionales de Afganistán se encuentran en gran parte en la Reserva Federal de Nueva York, a pesar de que los Talibanes hayan recuperado el poder en Kabul, y es por eso que solo lograran salir a flote con su gobierno con ayuda occidental, ya que su déficit comercial es equivalente a un 25% del PIB. De este modo, no podrán financiar productos básicos como la gasolina, harina, azúcar, maquinarias y artículos eléctricos. Es por ello que este gobierno se enfrentará a una crisis económica y humanitaria de forma instantánea.
Los gobiernos de Rusia y Pakistán quieren comercializar con ellos, pero también quieren recibir pagos por ello, para molestia de los talibanes han descubierto que todavía Estados Unidos los tiene en su poder, y todo lo sucedido se convirtió en un espectáculo de manera secundaria. Además de que los estadounidenses no se volvieron aislacionistas, se están centrando en la amenaza de China y su estrategia es poner en la mira cualquier movimiento.
El Pentágono quiere entre sus estrategias “romper el vínculo” entre PIB y poder militar, negándole la tecnología estratégica de China, y afinar ventajas tecnológicas de EU como en lo económico. La CIA y el Pentágono estarían financiando entonces empresas tecnológicas con posibles aplicaciones militares en el mundo digital, y su verdadera medida no es centrarse en la supuesta derrota de Kabul, sino el poder humillar al campeón de 5G de China, Huawei, que al parecer ha sido diezmado después que las sanciones cortaron el acceso a esta tecnología de los semiconductores; así para Estados Unidos es más fácil reorganizar que perder su estatus de hegemonía indiscutible.
Los generales estadounidenses están dirigiendo su concentración en la robótica, armas cibernéticas y la nueva tecnología espacial, con una cantidad de dinero que ha sido propuesta por el actual presidente Joe Biden. Se trata de alrededor de 753 mil millones de dólares en gastos militares para el próximo año 2022, en donde incluyen 10,400 millones para operaciones cibernéticas con prioridad en el ataque y no en la defensa, preparándose para un futuro muy diferente en el que la tecnología ultra avanzada será un factor decisivo.
Investigando sobre este tema me vino a la mente la muy famosa película de Terminator, y cómo llegó la humanidad ha desaparecer por los avances tecnológicos; esperemos que se miren en ese espejo y evitemos vivir las nuevas generaciones en tal situación.
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