La leyenda que se conoce sobre este tema es que el famoso Gengis Kan y su carreta de gusanos, quien fuera el fundador del imperio más grande de la historia, merodeaba por Asia llevando una carreta llena de gusanos con la intención de ayudar a los soldados con sus heridas.

Como ya es sabido, los gusanos acumularse sobre la carne en estado de descomposición y se deleitan consumiendo dicha carne. Vamos a ver, no consumen tejidos vivos, sino el tejido muerto y en descomposición que rodea la herida. Es fascinante pensar que Kan y su ejército ya sabían que los gusanos se alimentaban de esta carne descompuesta, y que además podían hacer algo más que eso, también ayudan a mantener las heridas limpias, luego de haber masticado el tejido dañado.

Para la doctora Erica McAlister, existe por lo tanto, algo que tienen muy común Gengis Kan y su carreta de gusanos, la guerra civil de los Estados Unidos y el Servicio de Salud del Reino Unido, y son estos gusanos.

Los gusanos son más que una molestia

Las moscas, como sucede con la mayoría de los insectos, tienen una metamorfosis completa desde un huevo a cuando son adultos, pasando por fases de larva y de pupa. Muchas de las especies de moscas en su etapa de larva tienen formas de gusanos, y se les conoce científicamente como cresas.

Gengis Kan y su carreta de gusanos

Estas no posen extremidades y su propósito primordial es consumir todo lo que puedan, llegando a crecer 100 veces el tamaño que tenían al salir del huevo. Estos gusanos en específico son de la especie conocida como Califóridos (Calliphoridae), moscardones o moscas de la carne, mosca azules o verdes.

Seguramente las hemos visto en condiciones poco óptimas, sobre carnes en descomposición o sobrevolando los excrementos de las mascotas. Pero, aunque no lo creamos muchas de estas especies no son perjudiciales, por el contrario han llegado a ser consideradas maravillas médicas.

Genghis Kan, la guerra civil estadounidense y el Reino Unido

Para más información, no solo los mongoles las usaron, de aquí la comparación con la Guerra Civil de los Estados Unidos. De esta epopeya épica surgió el cirujano llamado Jhon Forny Zacharias, quien modernizó esta practica al usar a los gusanos para eliminar el tejido muerto de los heridos de guerra, diciendo en palabras textuales satisfacción eminente”.

Con respecto a la similitud con el Reino Unido, muchas tribus de Nueva Gales del Sur como lo fueron los Ngiyampa de Australia, así como las gentes de las Colinas del Norte de Myanmar, también usaron a los gusanos para tratar heridas abiertas. Y al sur de Estados Unidos hasta Centro America, los Mayas, quienes también tenían esta práctica.

Gengis Kan y su carreta de gusanos
By Enter – Own work, CC BY-SA 4.0, Wikipedia.

A la medicina convencional le costó aceptar este método, y entre sus más grandes detractores estaban Robert Koch y Louis Pasteur, quienes no asociaban a los gusanos con la higiene en las heridas. Sería entonces con la llegada de Alexander Fleming y el nacimiento de la penicilina que esta practica de los gusanos quedaría relegada en la historia, pero no para siempre.

En 1980, se conocería al ejercito que le haría a frente a último milagro de la ciencia, apareciendo el llamado Slaphylococcus Aureus, y el cual era resistente a la Maticilina conocida como SARM.

Y ahora se cree que los gusanos volvieron al ruedo, esto por su rapidez, eficiencia y efectividad. En lugares como en el Reino Unido están disponibles a través del Servicio de Salud o NHS. Hoy en día estos gusanos vienen empacados en lo que parecen bolsitas de té.

Así que ya saben, esta es otra alternativa, no tan nueva como parece.

Hacemos la usual aclaratoria, todo consulta sobre salud por favor hacerla con su médico de confianza.

Fuente BBC Reel.