Las ONG ecologistas han criticado la matanza de más de 1,400 delfines en un día, en las islas Feroe, pertenecientes a Dinamarca, el pasado domingo 12 de septiembre. En ese territorio autónomo es una tradición desde hace cientos de años cazar mamíferos marinos, lamentablemente hoy en día de forma legal, esta tradición es conocida como el “grindadráp”.

De acuerdo a la información que se tiene de este ritual, los animales son perseguidos durante varias horas por cazadores que utilizan botes y motos de agua, hasta dejarlos varados en la orilla ya indefensos y a la espera de que sean sacrificados en la playa. Esta cacería no es para consumo comercial y como lo comentamos, con autorización, pero los activistas luchadores del medio ambiente critican la crueldad a la que someten a estos bellos animales.

Indignante la sangrienta cacería de delfines en Islas Feroe
Foto: Twitter @jpmasespanol

Algunos pobladores de las islas y defensores de la cacería, manifiestan que en esta ocasión atraerán la atención no deseada porque ha sido al parecer más cruenta que otras veces. Dichos pobladores anualmente matan alrededor de 1,000 mamíferos, pero de acuerdo a lo que se dice, el año pasado solo lograron sacrificar a 35 de estos delfines.

Y es que en otras ocasiones se han sacrificado no solo delfines, sino ballenas; ya que para ellos es su forma de sustento y obtención de alimento. Se puede entender que en el pasado esto fuera una manera de sobrevivir, pero en estos tiempos lo vemos como una manera cruel para el animal, ya que son cazados de una forma terrible.

Pese a que esto representa un 1% de la población de ballenas y delfines, ya no son utilizados como alimento por el alto contenido de mercurio de las aguas, por lo que el cuestionamiento entonces es: ¿cuál es la intención de seguir con esta cruel matanza sin un fin específico?

Las Islas Feroe son un archipiélago autónomo que forma parte del Reino de Dinamarca, está comprendida de 18 islas rocosas volcánicas entre Islandia y Noruega en el Atlántico Norte, y estarían conectados a través de túneles de carretera, ferris, pasos elevados y puentes. Estas cacerías se organizan a nivel comunitario, aunque en muchas ocasiones de manera espontánea cuando alguien detecta una manada de estos mamíferos. Olavur Sjurdarberg, presidente de Asociación de balleneros de estas islas, menciona que “cuando se encontró con la manada, estimaron que solo habían 200 delfines”, y fueron asechados hasta llegar a la playa de Skálabotnur en Eysturoy, y ahí fueron sacrificados; cuando comenzó la matanza descubrieron el verdadero número de mamíferos que superaban los 1,400 delfines.

Sjurdarberg expresó que fue un error, él no fue partícipe de esta cacería, la cual reconoció había sido excesiva, alguien debería haberse dado cuenta, afirmó, y muchos de los pobladores se encuentran en estado de shock por lo sucedido.

Tenemos que dejar de pensar que la identidad cultural puede estar primero que la vida y respeto por los animales de nuestro planeta, estas “historias de terror” ya debemos dejárselas a los libros, de manera que se tenga conocimiento de lo que en el pasado sucedía, ya que se trata de una crueldad innecesaria, ver imágenes de delfines luchando por sobrevivir en aguas teñidas de sangre, y peor aún, ver a cientos de personas presenciar desde la playa.

Se dejó saber que la reacción a nivel nacional y hasta mundial es de un desconcierto y conmoción, debido al gran número de delfines sacrificados.

Fuente:

bbc. com