Es una de las escritoras británicas más famosas en el género de novelas románticas. Fue la séptima hija del reverendo George Austen y de Cassandra Leigh, nació en 1775 en Steventon, una pequeña población al sur de Inglaterra, y llegaría a ser para su época la más famosa escritora inglesa.

La vida de Jane Austen transcurrió en un entorno familiar que para ella fue el ejemplo a observar para sus historias, ya que la manera de vida de la sociedad en la que ella vivía a finales del siglo XVIII y principios del XIX, fue muy particular, y es que la clase a la que pertenecía su familia era un ambiente de la nobleza rural.

Ella lo plasmó en su novela “Orgullo y Prejuicio, así como en “Sentido y Sensibilidad”, “Mansfield Park” o en “Emma”, se centraron en personajes femeninos y los cuales fueron un reflejo con una fidelidad extraordinaria, de cómo era la vida de la mujer en esa época, en una sociedad que imponía trabas para poder tener una independencia, tal como ella misma lo sufrió durante su vida.

Al hablar de la educación, que en esa época recibían las señoritas de clase, y que quisieran conseguir casarse, debían tener una oportunidad de estudiar en escuelas de señoritas o con institutrices, y lo que aprendían de ellas era a tocar algún instrumento musical, dibujar, bordar o pintar mesitas, pero también tenían la opción de aprender otro idioma, que era bien visto entre los miembros de esa sociedad elitista.

En su novela, “Emma”, Austen define una de estas escuelas que vendían a un precio razonable los conocimientos y dónde podían enviar a las muchachas para que no estorbaran, y que al llegar a la edad entre 17 y 18 años, fueran presentadas en sociedad y así conseguirles esposos en esos famosos bailes locales.

Y es que en Inglaterra, el destino de las mujeres estaba marcado desde su nacimiento, por esta ley inexorable sobre la herencia familiar. La cuestión es que al morir la cabeza de familia y no haber heredero varón entre sus hijos directos, pasaba al próximo descendiente varón, así hubieran mujeres, y al morir el padre o cabeza de familia los descendientes directos quedaban desasistidos, eso fue plasmado por ella en dos de sus novelas como en “Orgullo y Prejuicio” y en “Sensatez y Sentimiento”.

Tras esta visión tan materialista del matrimonio, llama la atención que tanto en sus novelas como en sus cartas personales, Austen defendiera en repetidas ocasiones el matrimonio por amor. “Haz cualquier cosa menos casarte sin amor”, le ruega el personaje de Jane Bennet a su hermana Elizabeth; y es que la escritora se lo menciona a su sobrina en una de sus cartas.

También podemos destacar que muchas de las protagonistas de sus novelas llegaron a rechazar propuestas matrimoniales, de caballeros acaudalados que les ofrecían lujos y comodidades, y la razón tiene que ver que la misma Jane actuó con este criterio al recibir una oferta matrimonial de Harris Bigg-Wither, quien fuera hermano de una de sus mejores amigas, con una buena herencia y la cual ella rechazó a solo un día de haberla aceptado.

Gracias a esta actitud permaneció soltera, y entre sus cartas hizo mención: “las mujeres solteras tienen una propensión terrible a ser pobres”, lo cual es un argumento muy fuerte a favor del matrimonio, y es que para que una mujer pudiera sobrevivir sin ningún familiar que la acogiera, era dedicarse a la enseñanza.

Para su época fue una escritora con algunas limitaciones, y tuvo que sobrevivir con su madre y hermana, luego de la muerte de su padre, lo cual fue descrito en sus obras de manera perfecta ante las injusticias y carencias, le dio un toque exquisito de positivismo, sobre todos los de manera individual.

Fue muy lamentable que una chica joven con tanto talento muriera a la edad de 41 años, de la enfermedad de Addison que se caracterizaba por una debilidad general y del corazón, sus restos descansan en la Catedral de Winchester y se ha convertido en un punto de peregrinación para miles de lectores de sus obras de todo el mundo.

Jane Austen y la Inglaterra de 1800

Fuente: Historia National Geographic