La alpaca, el oro esponjoso del Perú

Considerado como el otro oro del Perú, mas del 80% del tejido natural térmico, antialérgico y sostenible con la naturaleza, busca su lugar en el mundo de la moda internacional. En Arequipa, la segunda ciudad más importante de Perú, considerada como la capital mundial de la alpaca, es la tercera región más importante en la crianza de camélidos, con 3.6 millones de ejemplares de éste animal, que es muy parecido a la llama pero más pequeño.

De éste negocio viven alrededor de 120,000 familias en este país andino, con una producción del 90% a nivel mundial, tan solo el año pasado se generaron alrededor de 1.024 millones de dólares. La alpaca peruana viene de la Región de Puna y las mesetas de los Andes, y las dos empresas que tienen fábricas usando la alpaca como materia prima, son el Grupo Michell junto con Inca Alpaca, quienes le dan trabajo a más de 3,000 personas. De estas fábricas salen alrededor de 400 toneladas de hilo de alpacas al año, siendo sus principales destinos los Estados Unidos y Europa (Noruega, Suiza, y Alemania), que son utilizados en Marcas como Prada, MaxMara, Loro Piana, J el Sander o Kate Space.

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Aquí las mujeres son las encargadas de realizar el proceso de escoger a través del tacto y la vista la calidad de los vellones (lana que se le quita a una oveja), y el tono entre más de 20 opciones posibles y pasa al área de lavado, en el cual no se usa ningún tipo de producto químico, y para teñirlo se usan semillas y raíces. La gran ventaja de éste producto es ser térmico (abriga cuando hace frio, y ligero cuando hace calor). De éste animal se aprovecha todo, su carne se sirve en los restaurantes de la zona, y la calidad de su pelaje no tiene igual, por ello tienen su función, una de las mejores es la Royal Alpaca.

A este animal se le empieza a esquilar a los 2 años y viven una media de 14, la menor calidad de su pelaje se encuentran en sus patas y ésta es utilizada para realizar alfombras. En Arequipa se encuentra un Museo llamado El Mundo Alpaca, abierto por el Grupo Michell en 2004, con la finalidad de dar a conocer el proceso de elaboración de esta fibra natural, dan a conocer desde su comienzo con la fase de “escoge”, que se hace sin maquina, mediante la técnica ancestral que es solo a través del tacto, hasta que la lana llega a la fábrica y se realizan los productos.