¿No sientes curiosidad por algo que has visto en una serie de televisión? Pues ese fue mi caso cuando escuché decir que la ‘arquería’ era el deporte nacional en Turquía y me motivó a investigar un poco más al respecto. En mi búsqueda resultó que no es así, que su deporte nacional es la ‘lucha en aceite’; pero esto no me alejó a seguir con mi indagación, y descubrí que El Tiro con Arco fue nombrado “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el año 2019″.
Forma parte de la historia de Turquía, desde mucho antes de que fuera nación gracias al Imperio otomano, esta arma, considerada así en aquellos tiempos, colaboró en gran medida a que la sociedad turca se mantuviera unida y la historia nos dio a conocer las comunidades que ayudaron a formar Turquía.
Puede decirse que ellos se querían simbolizar con sus flechas para dar a conocer que su soberanía se ponía de manifiesto con ello. Los arcos turcos son muy famosos por su forma curvilínea, donde están incluidos además de sus artesanos expertos que utilizan en su elaboración materiales como: madera de bosques de las montañas, cuernos y ligamentos de búfalos. Sus flechas utilizadas en la época Otomana llegaban a alcanzar una distancia de 260 metros, y esto les daba una ventaja a los arqueros y jinetes turcos, lo que se dio a conocer por excavaciones en Karacahisar entre los años 2011 y 2014, donde se lograron encontrar 96 puntas de flecha, que se clasificaron en 8 grupos de diferentes formas.
La caída del Imperio otomano contribuyó a que esta práctica disminuyera y permitiera la entrada de nuevas maneras de defender su territorio; pero ya en 1900 la Federación Internacional en París hizo que pasara de ser una práctica de caza, a ser incluido en los Juegos Olímpicos (solo en 1924 y 1969 no fue incluido) y desde 1972 forma de manera permanente entre los deportes olímpicos.
En muchas escenas de series otomanas muestran que la mujer también tenía una destreza con este instrumento de caza, y la utilizaban para su seguridad al quedarse solas mientras los hombres se iban a combate.
Así, el tiro con arco fue nombrado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO desde el año 2019. Es tan representativo, que se considera como uno de los mejores arcos de caza del mundo. Los arcos turcos con forma curvilíneas, y núcleo de madera muy similares a los asiáticos, para su vientre usaban cuernos de animales, y para los tensores que se encuentran en los extremos del arco, utilizaban y cubrían con cola de animal, hay un dicho turco que dice “hay 120 formas de encordar un arco”; aunque en aquel tiempo se utilizaba mucho la técnica de estar sentados en el suelo, y con los pies presionar la empuñadura, también tenían una técnica llamada “tiro de pellizco” utilizando una adherencia conocida como “mandal”, y es la que evita que la flecha se mueva mientras el arquero va a caballo, ellos practicaban la forma de llevar flechas entre sus dedos con la mano que harían el tiro, con la finalidad de hacer más rápido sus lanzamientos. Otra técnica es la llamada “jarmakee”, esta consistía en encordar el arco con el brazo por detrás de la cabeza, y le permitía tirar las flechas con un ángulo hacia abajo.
Además de ser considerado el mejor instrumento de caza, tenían un táctica de combate llamada ‘disparo de patria’, consistía en fingir su retiro y en un momento oportuno sujetarse con las piernas y con las dos manos, voltearse y hacer su lanzamiento encima de un caballo en un movimiento. Estas eran tácticas utilizadas por los pueblos nómadas como los: turcos, hunos y los temidos mongoles.
