A pocas horas de la Ciudad de México se encuentra Tlaxcala. Aproximadamente hace dos años tuve la fortuna de visitar este bello estado en compañía de mi familia mexicana, y pude conocer de entre varios lugares su histórica catedral, nos resultó muy interesante escuchar al guía relatar lo que estábamos viendo durante el recorrido.

Todo parece indicar que a casi 500 años de la Conquista española, se estaría dando un acto de justicia el hecho de que el Conjunto Conventual Franciscano de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala, al fin quedó inscrito en la lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO, el cual fue negado en el año 1994.

Fue construido a partir de 1527. Es uno de los primeros y más grandes conventos mexicanos asentados en El Valle de Puebla, Tlaxcala; se menciona que fungió como un ensayo para la gran evangelización de los Franciscanos, y de la construcción de conventos en el lugar. La conservación es auténtica referente al diseño, así como en los materiales utilizados por los frailes de la zona, junto con pobladores con oficios como, carpinteros, orfebres, herreros, bordadores y aquellos que trabajaban la piedra, por lo que fueron utilizados con técnicas prehispánicas de la época.

La Catedral de Tlaxcala, declarada Patrimonio de la Humanidad
Foto: Odalis Larreal Boscan

Este lugar conserva sus funciones originales, se piensa que esta construcción no tenía la intención de ser un ejemplo que tuviera que ser seguido. Tlaxcala además de que fuera la cabeza militar, también se tomó como la casa fundacional del Evangelio, y prueba de ello fue el bautizo de las 4 cabezas principales de los indígenas, como el principal Maxixcatzín, el viejo Tizatlán, Tlahuexolotzín de Tepeticpac y Citlalpopocatzin de Quiahuiztlán, mismos que aceptaron el bautismo, pero sin renunciar a su politeísmo.

En 1524 llegaron 12 frailes franciscanos que se distribuyeron cerca del volcán Popocatépetl y zonas cercanas como Texcoco, San Francisco de México, Cuernavaca, Huejotzingo y Tlaxcala, esta última ha sido señalada como la que hizo un pacto con los conquistadores, y así ayudarlos a vencer a los Mexicas, pero de igual forma se habla que fue el primer obispado de América Continental.

La Catedral de Tlaxcala, declarada Patrimonio de la Humanidad
Foto: Odalis Larreal Boscan

Este monasterio se empezó a construir con la donación de un terreno de gran tamaño, donde se edificaría la Catedral y la casa de los franciscanos, y con la ayuda de los indígenas, quienes aportaron su creatividad, se unirían a las técnicas españolas; por ello su capilla abierta con un atrio muy grande, cuenta con dos niveles con escalinatas como las de las pirámides prehispánicas, al igual que la casa para los frailes, parecida a la de Asís que se encuentra en Italia.

Con el paso de los años se le fueron agregando otros elementos, y cada comunidad aportó su esencia que uniera a las dos culturas, tanto la española como la mesoamericana, y se condensaron en los tlaxcaltecas. Estos elementos eran alfarje mudéjar, con sus techos de madera del año 1630, se sabe que no son los originales franciscanos, pero que tiene cercanía a los de la construcción del monasterio, y puede verse un poco de la influencia árabe en América.

Este conjunto consta de una capilla abierta y una capilla posa, con tesoros arquitectónicos como artísticos de mucho valor cultural, y como todo Patrimonio de la Humanidad es digno de conocer y conservar a estos ya casi 500 años de la Conquista de México. Este se unirá a los 35 que ya posee el pueblo mexicano repartidos en 27 históricos, 6 naturales y 2 mixtos, adicionales a los 5 Patrimonios Culturales Inmateriales.