A raíz de la muy publicitada entrevista del Príncipe Harry y Meghan con la controversial presentadora afroamericana Oprah Winfrey, sigue dando muchos titulares gracias a su contenido explosivo en todos los sentidos. Y es que en esta entrevista salió la palabra “La firma”, la cual fue muy repetida por Meghan cuando se refería a su vida familiar y los problemas de convivencia que tuvo en la Casa de Windsor.

Existen algunas teorías sobre el origen de este término “La firma”, al referirse a la familia real británica y que nunca ha sido comprobada, lo que llama mucho la atención es el uso que Meghan le dio en la entrevista al mencionarla en repetidas ocasiones.

Se ha dicho que este término se le puede atribuir al Príncipe Felipe de Edimburgo ya que fue él quien dio el término para referirse a la familia real británica, y que comenzó en el año 1947 al casarse con la actual reina, para ese entonces, la Princesa Isabel. Felipe siempre hizo comparaciones de que su matrimonio con la Princesa sería como casarse con un negocio familiar o una “firma”, así lo menciona la escritora Marlene Koenig.

La familia real británica y “La firma”
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Aunque surgen otros expertos que dicen que este término o apelativo es mucho antes de la boda de la actual Reina Isabel, y que inclusive fue Jorge VI, rey de Inglaterra en el período de 1937 a 1952, quien hizo referencia de “La firma” a la casa de los Windsor.

Se dice que puede ser una cuestión de la imagen.

En el 2019 se publicó un libro sobre este término “The Family Firm: Monarch, Mass Media and the British, Public, 1932-53 (“La firma familiar: monarca, medios y el público británico”) y se remonta al reinado de Jorge VI para explicar de dónde sale dicha expresión refiriéndoselo a la familia real.

Luego de la crisis por la abdicación de Eduardo VIII (diciembre de 1936), Arthur Beverley Baxter escribió un halagador libro semioficial sobre el padre de la actual reina, el Rey Jorge VI, su esposa y sus dos hijas y al cual tituló Destiny Called to Them(“El destino los llamó”). Al autor se le dio acceso al rey y su esposa para que escribiera un libro positivo sobre el nuevo monarca, ya que él no era muy popular y siempre lo comparaban con su hermano mayor, Eduardo VIII.

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Algunos señalan que cuando el entonces Príncipe Jorge estudiaba en la Universidad de Cambridge, lo vieron fumando con la vestimenta del colegio y al parecer le llamaron la atención, le replicaron que tenía que tener cuidado y dar un buen ejemplo ya que pertenecía a la familia real, para lo que él habría respondido: “No somos una familia somos una firma”.

La familia real británica y “La firma”
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El historiador explica que esta expresión está en el contexto de que la familia real tienen un servicio al público que debe ser lo primero, la familia y sus placeres vienen después. Menciona que lo más probable es que esta anécdota sea inventada, lo que da a entender que muchos se darían crédito sobre el origen de esta palabra.

Los miembros de la realeza, en este caso de la familia real británica, no tienen permitido tener una vida personal al igual que los demás mortales, ellos desde que tienen uso de razón son educados con la finalidad de estar comprometidos con sus deberes y roles públicos, de allí el término originalmente de “deber”, “servicio”, “sacrificio propio”.

Algunos dicen que dicho término fue atribuido al Rey Jorge VI, como parte de una estrategia de relaciones públicas por la familia real, para presentarlo como obediente y abnegado, y quien pondría primero sus deberes hacia La Corona que a sus deseos privados. A consecuencia de lo que pasó con su hermano Eduardo VIII, cuando abdicó y prefirió su vida privada a sus deberes como rey de Inglaterra.

De estas supuestas palabras de Jorge VI difiere de lo que quiso plantear el príncipe en ese entonces y es el que al parecer mantiene su significado en estos días: “el duque de Edimburgo hacía referencia a todo el personal que trabaja alrededor de la familia real: los cortesanos, los estrategas, los secretarios, los expertos en relaciones públicas”.

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La familia real británica y “La firma”
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Si a la realidad nos concentramos, todo tiene un poco de lógica, ya que la familia real británica es una empresa que va más allá de sus propios miembros, son todo un ejército de secretarios privados, consejeros de comunicación, jefes de departamentos, chóferes, asistentes, jardineros y todos aquellos que dirigen los palacios y las vidas de quienes viven en ellos. El patrimonio de la familia real británica asciende a 500 millones de dólares.

Este negocio tiene más subidas y bajadas que una bolsa de valores, “La Casa de Windsor es un gran negocio, y se espera que los ejecutivos y sus poderosos asociados hagan todo lo posible para evitar cualquier indicio de escándalo que pueda afectar la reputación de la casa real”. Solo el Palacio de Buckingham alberga a 400 empleados los que manejan todo, desde un enorme negocio de catering para las docenas de banquetes, fiestas y cenas de estado que alberga la reina, hasta un complejo aparato de relaciones públicas al estilo empresarial formado por personas del mundo del periodismo o la política.

El citado término “La familia” salió en la entrevista que dio recientemente Meghan Markle y la cual eligió a referirse a todo ese conglomerado en lugar de mencionar a los Windsor. Algunos creen que lo usó para referirse al Príncipe Felipe, a los individuos que existen para servir a la familia real y que monitorean a la prensa constantemente para ver lo que se escribe sobre los miembros de la corona, y que también filtran de vuelta a los miembros de la realeza y toman decisiones en su nombre.

La reina y su “firma de 8”, para ser más complejo el asunto, la soberana Isabel conformó en diciembre del 2020 su poderosa firma, un selecto grupo de ocho miembros de la realeza que representaría a la familia públicamente y mantendría su regla personal que dice “uno debe ser visto para ser creído”. En este grupo se encuentran el Príncipe Carlos y su esposa Camila, duquesa de Cornwall; el Príncipe Willian y su esposa Kate Middleton, duquesa de Cambridge; el Príncipe Eduardo y su esposa Sophie, condesa de Wessex; la princesa Anne y por supuesto la reina.

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La familia real británica y “La firma”
 Crédito: Twitter @RoyalFamily