En el pasado, a ojos de sus contemporáneos, aquellos hombres que optaban travestirse se “envilecian” al adoptar ropas de un “estatus inferior al suyo”. Pero cuando de una mujer se trataba, vestirse de forma poco femenina -para la época- vulneraba las normas; pintando un panorama mucho más peligroso, además “lo tomaban como un intento de ascender en la jerarquía social”.

En el siglo XX, en Europa, la vestimenta de hombres y mujeres era regulada con leyes muy concretas. Al seguir indagando, pudimos encontrar que ni la Revolución Francesa pudo cambiar esta situación. Pero en el año 1793, en la Convención Nacional se aprobó un decretó donde se reconocía que “cada uno es libre de llevar la ropa u ornamento que le convenga”. Fue 7 años después, que se le permitió a las féminas que quisieran portar prendas masculinas utilizarlas, previo permiso a las autoridades de París.

Según los que han investigado sobre este tema, en los siglos XVIII y XIX fueron muchas las mujeres que optaron por enfundarse con vestimentas masculinas, y que lo hacían para obtener mejores puestos en la sociedad y en el mundo profesional que estaba reservado sólo para los hombres, y sobre todo en el ejército.

La historia política que existió detrás del pantalón
foto mujeres con ciencia.

Podemos nombrar casos emblemáticos y más conocidos a lo largo de la historia, como el de la italiana Antonia Marinello, la que fuera conocida como “la heroína italiana”; la garibaldina que decidió vestirse de hombre cambiando el nombre a Antonio Marinello, para así poder seguir a su esposo en 1860, en una expedición de los Mil a las ordenes de Garibaldi.

La historia política que existió detrás del pantalón

Del mismo modo, la norteamericana Deborah Sampson, que se sumó en 1782 al ejercito de George Washington y, para no ser descubierta, rehusó ser atendida por un medico cuando fue herida al recibir dos impactos de bala, extrayendo ella misma las balas. Sin embargo, su esfuerzo y sufrimiento fue en vano ya que, acabando la guerra, enfermó de fiebre en Filadelfia y el médico que la trató terminó por descubrir su secreto.

Muchas de estas mujeres aprovecharon su juventud para así poder pasar por hombres jóvenes en vestimentas holgadas, y poder ser parte de tripulaciones en buques de guerra. Por ejemplo, está también el caso de la inglesa Hannah Snell. En el siglo XVIII, ella utilizó el nombre de James Gray llegando a participar en diversos combates en la India, por lo que logró reclamar una compensación por sus servicios a la Corona Inglesa.

Como ellas podemos nombrar muchas otras mujeres que han hecho historia y ellas son:

La historia política que existió detrás del pantalón
foto publico.es
  • Jeanne Baret (1740-1807), participó en la vuelta al mundo en 1766.
  • Isabelle Eberhardt se llegó a rapar la cabeza para moverse por Argelia y así conocer la cultura musulmana; se casó con un jinte Otomano, lo que le permitió adentrarse en el sufismo (doctrina religiosa ascético y místico del islamismo).
  • Margaret Bulkley, conocida con el nombre de James Barry (1795-1865), vivió toda su vida adulta como hombre.
  • Concepción Arenal (1820-1893) fue una gran reformadora gallega que fue a la universidad vestida de hombre.
  • La pintora Rosa Bonheun (1822-1899). Le dieron permiso para vestirse de hombre a la edad de 30 años.

Se puede decir que lo hicieron para obtener posición en la sociedad de antes, pero la historia se escribe todos los días y posiblemente podríamos tener más ejemplos como el de ellas en un futuro.

Para conocer más de este tema, leímos la investigación que hizo Christina Brad.