Los investigadores siguen luchando con esta realidad que nos está afectando, porque estos diminutos fragmentos de plástico están por todas partes.

En un artículo de la revista Discovery State Science, de la pluma de Nancy Avertt, hemos podido conocer cómo se está luchando en contra de los microplásticos, para que conozcamos el problema al que nos estamos enfrentando. Y este problema no es nuevo, es de hace una década y está creciendo; sin embargo, estos dos últimos años han surgido muchas soluciones creativas.

Muchas de estas soluciones pueden abordar el problema a un nivel local, entre ellas, aspirar las playas y lanzar burbujas desde el fondo de los ríos. Bueno, a simple vista parece un poco loco pero, para los expertos, hacer un esfuerzo por frenar este problema -que es global- es muy necesario.

La lucha contra los Microplásticos es la meta
Foto ecoticias.com

El mundo, o mejor dicho, el hombre produce 400 millones de toneladas de plástico al año, y gran parte de ese plástico se convierte en estas partículas pequeñas, que dañan nuestro planeta que es nuestro hogar. El término de “microplástico” fue acuñado en el año 2004, por el ecologista Richard Thompson, luego de descubrir que estos pequeños trozos de plástico ensuciaban las playas británicas.

Desde entonces, los científicos han encontrado microplástico -fragmentos de menos de 5 milímetros de ancho- en casi todas partes: en las profundidades del mar, en el hielo del ártico, en el aire, incluso dentro de nosotros. Un estudio en el 2019 en Enviromental Science & Technology, estimó que los humanos ingieren hasta 100.000 trozos de plástico cada día.

No es solo la presencia física del plástico dentro del cuerpo lo que supone un problema potencial; los aditivos químicos del plástico podrían afectar a los tejidos y órganos de diferentes especies. Según un estudio publicado en el 2021 en Enviromental Toxicology and Chemistry, los aditivos químicos del plástico pueden afectar a los tejidos y órganos de las distintas especies animales en las que se encuentran.

Los microplásticos ahora se están investigando más a fondo, ya que muchos afirman que las motas más grandes pueden atravesar nuestro cuerpo, y aquellos más pequeños pueden llegar a entrar en nuestras células. Algunos científicos de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, Estados Unidos, en el año 2020, crearon una base de datos pública para hacerle seguimiento a las innovaciones en la eliminación del plástico.

Creo que deberíamos conocer un poco sobre la aspiradora Hoola One, una de esas nuevas alternativas en la lucha; consiste en un aparato para separar internamente los microplásticos de los materiales orgánicos. Esta se está probando en las playas de Hawai.

La lucha contra los Microplásticos es la meta
foto no seguro-hdsa.com.ar

Por otro lado, algunos científicos en Ámsterdam, han introducido una barrera de burbujas en sus famosos canales; esto es un dispositivo que fuerza el aire a través de un tubo perforado, y con ello crear una pared de burbujas para enviar el plástico sumergido a la superficie.

Así también se han unido investigadores de la Universidad Politécnica de Hong Kong, con una biopelícula de bacterias que podrían atraer y atrapar los microplásticos en una planta de tratamiento de aguas residuales, antes de que estas lleguen a ríos y océanos. Así también se podría usar la baba de la medusa; de esto nos enteramos gracias a un artículo de Nature en 2020, donde la científica en Bioquímica en CARBIOS, Alain Marty, junto con sus colegas, han diseñado una enzima que descompone el Plástico de forma rápida y eficaz.

Lo ideal sería que las fabricas pudieran emplear esta enzima como parte de su proceso de fabricación, ya que el plástico se podría reutilizar y si los residuos tienen valor se convierten en productos. Así, se podría dejar de contaminar nuestros océanos y nuestro medio ambiente por completo.

No hay que perder tiempo y debemos hacer todo lo posible para que esta nueva bestia, llamada plástico, sea controlada y no siga dañando todo lo que conocemos.