En en pasado la sardina era considerada como “comida de pobre“, pero con las nuevas tendencias gastronómicas, ha conseguido el beneplácito de la nueva generación de cocineros y chefs del momento, y los nutricionistas se han sumado a la nueva ola.

La sardina es un pez con cuerpo alargado, delgado, de un color azulado verdoso, y algunas presentan ciertas manchas motas o negras. Sardina es una palabra española, es familia de los clupeidos, que están estrechamente emparentados con las anchoas y los arenques.

La sardina, tan buena para el corazón como para el paladar…

Es un pescado que en el mar forma grandes bancos, y siempre en busca de aguas cálidas de alta salinidad, es por eso su ausencia en costas septentrionales. Puede vivir en profundidades de hasta 150 metros, aunque lo más habitual es que en el día puedan encontrarse de 25 o 50 metros, y es en la noche donde se hallan entre 15-30 cm, justo cuando buscan su comida, ellas se alimentan de crustáceos planctónicos y huevos de peces en estado de larva.

Se pueden localizar en aguas costeras en primavera, ya que es su época de reproducción, y en aguas profundas de noviembre a marzo. La sardina es una especie muy común a lo largo del litoral mediterráneo y el océano Atlántico, su captura se realiza con redes, especialmente el cerco, su mejor momento es en las noches más oscuras, por el efecto luminoso de los cardúmenes.

La sardina, tan buena para el corazón como para el paladar…

Este pez puede conseguirse todo el año, pero entre julio y noviembre es más abundante. Dentro de sus propiedades organolépticas tienen un contenido graso más elevado que otros peces, contienen Omega 3, presente en todos los pescados azules, son saludables para el corazón, gracias a sus efectos antiinflamatorios y anticoagulantes, además de ayudar a reducir el colesterol y los triglicéridos, cuya acción es de 100% cubriendo los objetivos nutricionales recomendados. De igual manera una ración de sardinas cubre de minerales, calcio y fósforo, tiene el oligoelemento mayoritario de un 93%, que con una porción tiene la fuente de selenio, la cual contribuye para el mantenimiento de uñas y cabello, así mismo, aporta vitamina B3 que ayuda a reducir el colesterol, así como combatir diabetes, B12, B6, niacina y riboflavina, que ayudan a la producción de glóbulos rojos, y sumamente importantes para el crecimiento; contiene alta dosis de vitamina D, que fortalece el sistema inmune.

Y lo mejor de todo, es que además de sus múltiples beneficios para la salud, las sardinas pueden deleitar nuestro paladar con múltiples platillos y/o bocadillos.

La sardina, tan buena para el corazón como para el paladar…