Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, con gran parte de Europa devastada, y con un incontable número de crímenes de guerra que se cometieron, los ganadores “por así decirlo“, los países aliados involucrados en el conflicto, decidieron que todos estos crímenes no podían quedar sin castigo. Eran varios países a ser juzgados, donde estaría incluida la Alemania nazi, que fuera responsable del ‘Holocausto’, donde se calcula murieron más de 6 millones de personas.

A este proceso se le conoció como los Juicios de Núremberg, los cuales comenzaron el 20 de noviembre de 1945 y cuya primera sentencia se dio el 1 de octubre de 1946. Estos juicios ayudaron a crear nuevas normativas judiciales que permitieran exigir responsabilidades tanto a los países como a los causantes de desencadenar guerras o genocidios, y aquellos que hubiesen cometido crímenes contra la humanidad.

Puede decirse que este proceso sería el pionero a la confección de tribunales internacionales, que fueron los encargados de juzgar este tipo de actos contra la humanidad. Esto sirvió como modelo para que fueran aplicados juicios en los genocidios ocurridos en Ruanda o de la Antigua Yugoslavia.

Los juicios de Núremberg aplicaron principios internacionales como:

  • Cualquier persona que llegara a cometer actos que constituyen un crimen bajo leyes internacionales, será responsable y por consiguiente sujeto a castigo.
  • El hecho de que las leyes internas no impongan castigo por un acto que constituya un crimen bajo las leyes internacionales, no exime a la persona que cometió el acto de su responsabilidad bajo estas leyes.
  • El hecho de que una persona que ha cometido un acto que constituye un crimen bajo leyes internacionales sea jefe de Estado o un oficial responsable del gobierno, no le exime de la responsabilidad bajo las leyes internacionales.
  • El hecho de que una persona actué bajo las órdenes de su gobierno o de un superior, no le exime de responsabilidad bajo las leyes internacionales, siempre que se demuestre que tenía posibilidad de actuar de otra forma.
Los juicios de Núremberg y su relevancia
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Este proyecto no estuvo exento de inconvenientes, ya que una vez tomada la decisión del castigo a aplicar, y que estuviera acorde con el delito cometido respetando el marco jurídico (que en este caso se le dio el nombre de “Estatuto de Núremberg”), los jueces elegidos fueron seleccionados entre aquellos países aliados vencedores como: Gran Bretaña, Francia, La Unión Soviética y los Estados Unidos, de igual forma los que sirvieron de fiscales pertenecieron a estos mismos países.

Los juicios comenzaron el 18 de octubre de 1945, cuando los fiscales presentaron los cargos sobre los 24 líderes nazis ante el Tribunal Militar Internacional. La idea de crear una comisión de crímenes de guerra surgió en Moscú a finales de 1945, en un encuentro de Stalin, Roosevelt y Churchill, donde se firmó la Carta de Londres el 8 de agosto de 1945, aunque estos juicios tenían otra finalidad, que era buscar y exponer al régimen hitleriano, para con ello dar un ejemplo a seguir por si se intentara hacerlo de nuevo.

Todos fueron juzgados de acuerdo al artículo 6 del Estatuto de Núremberg, los cargos: crímenes, conspiración para cometer crímenes contra la paz, participación, planificación y realización de una guerra.

Relevancia

Los juicios de Núremberg fueron el comienzo del Derecho Penal Internacional, significa que tanto personas como organizaciones pueden ser consideradas culpables por crímenes contra la humanidad.

Este tribunal no se creó hasta el 17 de julio de 1998, cuando el Estatuto de Roma estableció la creación de la Corte Penal Internacional. El tribunal se encarga de juzgar los más graves crímenes internacionales. Los juicios de Núremberg fueron el primer paso de un camino todavía largo para alcanzar la justicia global.