A raíz del coronavirus nuestras actividades cotidianas se tuvieron que adaptar a la nueva normalidad, y por supuesto que en materia laboral no es la excepción. Tenemos el caso de este nuevo concepto de oficinas compartidas”, con ofertas de casas baratas y facilidad para encontrarlas, para los llamados “trabajos remotos”.

Para trabajos remotos, oficinas compartidas
Tulsa, Oklahoma

Esto se ha implementado en Tulsa, la segunda ciudad más grande del estado de Oklahoma, para atraer talentos y ayudar con esto a repoblar esta ciudad que ha sufrido la migración a otras ciudades de Estados Unidos. Fue en 2018 y antes de la pandemia, que los organizadores de esta iniciativa llamaran la atención de miles de estadounidenses, ofreciendo 10,000 dólares a quienes fueran a vivir en Tulsa durante el periodo de un año.

Hemos escuchado este tipo de ofertas de países europeos como Italia y España, donde ofrecían viviendas baratas para hacer repoblar zonas abandonadas, pero en esta ocasión, la oferta va dirigida a aquellas personas cuyo trabajo sería de forma remota y de tiempo completo. El programa llamado ‘Tulsa Remote’ al ser pionero, pudieron lograr lo que toda ciudad desea, que sus conciudadanos estuvieran llenos de talento.

El creciente índice de reducción de la población en Tulsa inspiró a Ben Stewart a comenzar una búsqueda de talentos y atraer a los más dotados a ésta, su ciudad natal, y que el dinero que ofrecían sirviera como una forma para atraer a aquellas personas que decidieran aceptar, tendrían un lugar compartido y bien equipado en el centro de la ciudad. Los 10,000 dólares que los participantes decidieran aceptar se dosificarían de la siguiente forma: la oferta inicial sería de 2,500 dólares para su mudanza, con una paga de 500 dólares mensuales y 1,500 al final del programa.

Para trabajos remotos, oficinas compartidas

George Kaiser Family Foundation (GKFF) realizó una investigación previa a lanzar este programa, y los resultados que obtuvieron fueron, que el dinero era ‘casi secundario’ para los potenciales participantes. “Sus mayores preocupaciones eran cómo encontrarían un piso y cómo se conectarían a una comunidad”.

Esta modalidad del trabajo a distancia – ‘teletrabajo’ – lo viene investigando desde el 2015 el profesor de la escuela de negocios de Harvard, Prithwiraj Raj Choudhury, y para él, ha sido muy exitoso el caso de Tulsa Remote, ya que confirma que el trabajo a distancia tiene un potencial de distribuir mejor el talento. Previo a la pandemia, bajo esta modalidad la productividad mejoraba un 4%, pero se debería plantear un cambio en el proceso organizacional de las empresas. Afirma que la clave es que exista confianza y compromiso entre el jefe y el empleado, y que la productividad sea medida con base en los resultados, sin importar el tiempo que le invierta, ni el lugar donde lo realice.

Para trabajos remotos, oficinas compartidas

Este académico propone “trabajar desde donde sea” la mayor parte del año, y acudir cada tres o cuatro meses a la oficina durante una semana, y que en ese tiempo se reúnan para proponer ideas, así como tomar tiempo para convivir, fomentar y fortalecer la cultura empresarial. Ya existen países como Portugal, Croacia, Alemania o Estonia que ofrecen visado para aquellas personas, o como le dicen en el mundo tecnológico “nómadas digitales”, ofreciéndoles trabajo por periodos largos de tiempo, sin necesidad de visado de trabajo, claro, las condiciones varían en cada país, por cuestiones de impuestos que en unos sí aplican y en otros no, y es que en muchos de estos países el talento escasea y ésta sería una forma de atraerlos.

Desde hace dos años Choudhury colabora con Tulsa Remote, y de acuerdo a su análisis, este programa tiene 2 beneficios: en lo económico y en lo social. Por ser un tipo de trabajo que suele ser muy solitario, es imprescindible que puedan tener contacto con la comunidad con cualquier tipo de actividad, el programa Tulsa Remote no tiene las características de solicitar personas en especifico, ya que aceptan diversidad étnica. Y es que la ciudad de Tulsa tiene un historial de alto racismo, ya que sufrieron dos grandes disturbios de carácter racial en la primera mitad del siglo XX, el llamado Tulsa Race Massacre y Tulsa Outrage. Este año, locales y trabajadores remotos realizaron un musical sobre la matanza.

Los seleccionados tendrán beneficios adicionales como espacios de coworking, descuentos en alimentos, además de reuniones y talleres mensuales. Entre los requisitos solicitados están: tener más de 18 años, presentar un comprobante de empleo y trabajar en una empresa ubicada fuera de Tulsa, comprometerse a mudarse a esta ciudad por un mínimo de un año, tiempo que dura el programa.

Es importante señalar que este programa NO ofrece trabajo en Estados Unidos, buscan candidatos que ya tengan empleo y ayuden a desarrollar la economía de esta ciudad.