Pau Gasol se despide del baloncesto, uno de los mejores jugadores españoles de todos los tiempos, y para muchos de sus fanáticos, un inmortal de la NBA. Como a todo deportista de elite que tiene que enfrentar su retirada, en el caso de Pau, fueron contundentes las 10.000 horas que le dedicó a su carrera deportiva desde sus inicios, y esas horas invertidas las pudo duplicar en horas de proyección profesional.

Esto va más allá del básquet y fue a raíz de aquel tiro que lanzaría desde la línea de los 7 metros, ese día en donde debutó con CB Cornellá, que en esa época hacía funciones de cantera del FC Barcelona, y que luego lo hiciera en todas las canchas donde participaría alrededor del mundo, en los más de 20 años de vida deportiva.

Y es que ahora al despedirse se va limpio, unos días después de su último partido en Los Juegos Olímpicos de Tokio. Pau ha tenido una trayectoria inmaculada, que ha creado a su imagen una perfección la cual junto con su solidaridad y humildad, lo hacen una leyenda.

Al hacer una película sobre su vida, muchos piensan que no sería de mucho interés y es porque su vida no tiene ningún tipo de morbo, con sus 2.13 metros de estatura, es una leyenda viva. Con su buen trato y dotes de modelo, nos cuenta con total naturalidad sus planes a futuro, primero, seguirá entre su ciudad natal Barcelona y luego San Francisco, Estados Unidos.

A sus 41 años, y con dos operaciones, debido a ello ha tenido que decidir entre su salud y seguir jugando, y este año de pandemia le ha dado tiempo de reflexionar, lo que podremos ver en el documental sobre su vida, el cual lleva por nombre: “Lo importante es el viaje”. Al comenzar este proyecto impactó su frase que nos deja pensativos,“Es inevitable que la retirada conlleve un proceso de depresión”.

Y que a la hora de responder su respuesta fue “hay días de bajón sí. Pero que a la vez lo ha preparado ya todo para darle prioridad a otros proyectos que lo ilusionan”.

El pasar más tiempo con su familia, su mujer e hija, así como a sus padres, que son lo más importante de su vida, debido a su retiro decidió practicar el golf en este año de pandemia, y con el carácter fuerte de su esposa, la comunicadora social, Catherine MacDonnell, ha sido de un gran apoyo para él, a pesar de que teniendo una carrera en la ABC, lo dejaría todo para vivir con un deportista profesional, lo que no es fácil de hacer, y él le agradece eternamente.

En dicho documental se podrá ver la otra historia de amor de este deportista de elite, y una profesional de la comunicación con un grado de proyección muy alto, pero que decidió dejarlo a un lado para apoyar a su esposo, ahora con una hija que llena toda las expectativas, y que como homenaje a la hija de su gran amigo, Kobe Bryant, le dieran el mismo nombre a su pequeña, llamándola Elisabet Gianna, quien muriera junto con su padre en el fatídico accidente del 2020.

Tras su retiro se ha propuesto dedicarse a ayudar en lo social y empresarial, ya como embajador de la Unicef, así como inversiones en empresas inmobiliarias, y desde agosto forma parte del Comité Olímpico Internacional, con el objetivo de devolverle a este movimiento lo que le dieron a él.

Y para terminar, se despide como lo hacía cuando jugaba con el equipo de los Lakers cuando gritaba “Ring”, pero que ahora dice ¡Vamos!, Vamos que nos Vamos.

Fuente Revista Esquiere