Es bien sabido que comer atún o cualquier otro alimento en su versión natural es mucho mejor que en conserva; pero a la vida moderna nos llegó la comida enlatada, que por su practicidad nos ha facilitado mucho la manera de poder comer. Entre estas opciones tenemos el atún enlatado, que nos ha ayudado en la cocina, por ser un producto fácil de conseguir, de almacenar y de alguna forma lo encontramos a precios accesibles. Durante mucho tiempo se nos ha dicho que se encuentra dentro de los productos que debemos consumir para llevar una dieta sana y equilibrada, pero… ¿Qué tan cierto es esto, ya que finalmente es un producto procesado? Veamos un poco al respecto.
El atún enlatado es un alimento práctico y muy buscado a la hora de conservar alimentos para aquellas ocasiones donde el tiempo no está de nuestro lado, y sobre todo que puede estar almacenado en tu despensa por mucho tiempo. Además de tener en la mente que es un producto con “alto contenido proteico“, entre otros nutrientes, se ha vuelto un aliado a la hora de comenzar una dieta por ser bajo en calorías, pero se deben tener en cuenta algunas consideraciones.
Uno de los efectos negativos de comer atún, es la gran acumulación de mercurio en arroyos, lagos y océanos, ya que todo animal marino esta expuesto a un alto nivel de mercurio; y esto al acumularse se forma el metilmercurio, sin importar como sea su preparación o manera de cocinarlo, no se podría reducir la cantidad de mercurio. Las consecuencias en la salud podrían ser: daño a la función cerebral y al corazón.
Existen el atún patudo y el atún blanco, estos son los que mayor contenido de mercurio tienen. Aquellos atunes más jóvenes, y con el menor contenido de mercurio serian los ideales para ser enlatados, en la industria pesquera también suelen usar el atún bonito, que para muchos es el que menos cantidad de mercurio tiene, sin embargo, algunos retractores como Environmental Working Group, menciona como errónea esta afirmación, ya que aseguran ningún atún enlatado es bajo en mercurio.
De acuerdo con Healthline, debemos limitarnos en ingerir atún elaborado con albacora a 4 onzas por semana, esto por ser un potencial daño en la salud, es recomendable consumir tres porciones a la semana. En el caso de las mujeres embarazadas, el consumo de cualquier tipo de marisco debería estar entre 8 y 12 onzas a la semana; ya que el mercurio puede llegar a afectar el sistema nervioso y el cerebro del bebé durante la gestación y hasta después de su nacimiento.
Por lo que podemos concluir, el pescado siempre será una buena opción para incluirlo en nuestra alimentación, siempre y cuando evitemos consumir aquellos que sepamos que tienen un alto contenido de mercurio; porque como es bien sabido, el pescado contiene omega 3 y éste es muy importante para el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso.
Recordemos que todo con moderación nos llevará a un buen puerto, y así disfrutar del comer, pero con el pensamiento de que la salud es lo más importante...
