Es la ausencia completa de la capacidad olfativa, te contaremos el caso de una mujer que a sus 24 años ha comenzado a percibir olores, y es que ella no tenía las regiones cerebrales necesarias para el olfato, misteriosamente ha comenzado a oler y ha encontrado aromas desagradables. Ella fue diagnosticada a la edad de 13 años con Anosmia congénita, que es la incapacidad de oler.

Tras unos estudios y viendo imágenes cerebrales, se reveló que le faltaban los bulbos olfativos en su prosencéfalo (conocida como “cerebro anterior”, siendo la parte más voluminosa y compleja del cerebro), bulbos que son los que detectan la información del olor a través de la nariz, y la trasmiten a otras partes del cerebro, que están involucradas en la percepción del olfato.

Esta mujer alemana, a la edad de 24 años, despertó con un olor inesperado, comenzó a percibir aromas como el de la lavanda, el ajo y el estiércol, en una nueva experiencia. Ella expresó que se sentía perturbada porque su olfato funcionara y por el hecho de que los olores, todos nuevos, aumentaran su ansiedad.

¿Sabes qué es la anosmia congénita?

Comentó que en una ocasión se sintió tan abrumada que se desmayó. Sobre el tema, un grupo de especialistas en el olfato de la Facultad de Medicina de la Universidad de Dresde, en Alemania, realizó pruebas para tratar de comprender cómo había aprendido a oler. Entre los 32 romas que le facilitaron, descubrieron que podía percibir la mitad de ellos.

Pudo detectar la naranja, menta, humo, jengibre y flores de lila, pero con excepciones de no olerlos como el coco, plátano o cacao.

“No es que solo huela cosas relacionadas con comida o malos olores, es que está por todos lados”, argumentó Thomas Hummel, especialista de Dresde, después de monitorear el cerebro mediante un electroencefalograma de una mujer oliendo un perfume de una botella, donde se vio actividad cuando olió gas de huevo podrido o de perfumes de rosas.

Esto confirmó que su cerebro respondía a los olores, pero las imágenes cerebrales mostraron todavía que no tenía bulbos olfativos, lo que dejó perplejo a su equipo médico. Otro estudio del 2019, realizado por investigadores del Instituto de Ciencias Weizmann en Israel, describió a cinco mujeres que podían oler normalmente a pesar de no tener bulbos olfativos, lo que sugiere que el cerebro puede encontrar formas alternativas de hacerlo, aunque son casos raros.

¿Sabes qué es la anosmia congénita?

Pero la comunidad científica ha guardado silencio sobre el tema, ya que nadie lo ha podido explicar claramente. El caso de esta mujer alemana es aun más extraño, ya que solo pudo desarrollar la capacidad de oler en su edad adulta. Su cerebro pudo haber creado una vía alternativa para hacerlo, la cual no requería los bulbos olfativos, y de alguna manera fue suprimida, por su estado hormonal hasta su edad adulta, según lo señaló Robert Pellegrino en Monell Chemical Center.

Sin embargo, a esta mujer no le gustó del todo su nuevo sentido, la razón pudo deberse a que necesita desarrollar asociaciones positivas con los aromas en los primeros años de vida para encontrarlos agradables. Un ejemplo es que a muchas personas les gusta el olor de los abetos, porque lo asocian con la Navidad a una temprana edad.

Para las personas sordas también les disgusta la primera sensación de audición cuando reciben implantes cocleares, por ser tan desconocidos como los olores. En el caso de esta mujer, actualmente está siendo sometida a un entrenamiento de exposición a los olores, para ayudarla a adaptarse a su nuevo mundo, y entre los aromas que ha aprendido a disfrutar ha sido el curry y lo asocia con experiencias agradables, como el comer.

Puede pensarse que otras personas nacidas sin bulbos olfativos también puedan aprender a oler con el entrenamiento adecuado, así lo afirmaron los expertos: “nuestro cerebro es algo milagroso, y siempre está lleno de sorpresas”.

¿Sabes qué es la anosmia congénita?

Causas más comunes de esta enfermedad son: infecciones virales, descongestionamiento nasal, problemas de saturación de plomo por uso de ciertos medicamentos, radioterapia, traqueotomía, nacimiento congénito, traumatismo craneoencefálico, cirugía de craneotomía, consecuencia también del trastorno mental de conversión, así como la enfermedad de Wernicke y el covid-19.

Fuente: New Scientist