La palabra vacuna es hoy la más usada y para algunos, hasta temida, pero en general es vista como la salvación para las enfermedades. Y es que ante este flagelo que estamos viviendo (Covid-19), ahora hablaremos de la adicciones a las drogas, pues las investigaciones van en una fase que nunca podríamos haber imaginado, y es una vacuna contra las drogas.
Tras décadas de análisis, al parecer están por dar sus frutos, y ya podemos dejar de pensar que es solo un sueño, sería con solo un pinchazo de esta vacuna a un adicto, que se vuelva completamente inmune a los efectos de la droga, porque al ya no sentir los estímulos que le producen las sustancias, perdería las ganas de consumirla, y sería para ellos como oler un polvo de cualquier construcción.
Estas vacunas crean anticuerpos que se adhieren a las moléculas de la droga, aumentando su tamaño e impiden que atraviesen la barrera hematoencefálica, es decir no deja que llegue al cerebro.
Se estaría realizando esta vacuna para que bloquee los efectos de la heroína y las metanfetaminas, el fetanilo es para quitarle el poder que ellas ejercen sobre el cerebro y muestra voluntad, esta maravillosa vacuna estaría a la vuelta de la esquina con la colaboración de la Universidad de Arkansas, y estarían probándolas con algunos voluntarios, para ver la efectividad de este anticuerpo contra la adicción.
Participaría también la compañía norteamericana, Cessation Therapeutics, la cual le han dado la aprobación para los ensayos clínicos (con humanos), de una vacuna contra el carfentanil, un opioide potente, que ya fue probado en primates y ratones.
La pregunta es, ¿cómo funciona esta vacuna?
Se busca poder eliminar el placer al consumir la droga, es por ello que aquí los anticuerpos son determinantes, ya que ayudan a nuestro sistema inmune a detectar y destruir toda molécula invasora y dañina. La inmunoterapia tiene dos formas de acción, la primera, tratar de inundar el organismo con una inyección de estos anticuerpos monoclonales, y la segunda, lograr estimular a nuestro cuerpo para que los linfocitos los fabriquen, y todo esto forme una especie de barrera que las moléculas puedan aferrarse y sujetarla para que no lleguen al cerebro.
La intención es que se pueda evitar que la droga llegue a la estructura hematoencefálica y no cause los efectos psicoadictivos, sabemos que toda adicción es una enfermedad del cerebro y por ende, resulta difícil conseguir algún fármaco que pueda abordarla. De esta forma, la idea es que se pueda eliminar la sustancia que produce placer, y con ello lograr que la vacuna logre extinguir esos efectos.
Sin duda, uno de los problemas que están añadiendo los cárteles de las drogas es la mezcla de la cocaína, la metanfetamina y otras drogas con una sustancia como el carfentanil, que es usado como sedante veterinario para animales como elefantes y rinocerontes, siendo 100 veces más poderoso que el fentanilo, usados en los dardos tranquilizantes, y esto para el ser humano sería la muerte. Si se toca por accidente, existe el temor de que este tipo de mezcla pueda ser usado por grupos terroristas.
Esperamos todos que la citada vacuna llegue pronto para atacar tan poderosa adicción que está acabando con el potencial joven de la humanidad.
