Este es un término del que yo, en lo particular, no había escuchado, pero que ha comenzado a ser más conocido luego de que una jurista croata, que además es experta en el tema de la violencia hacia la mujer, hablara del abuso al que muchas mujeres son sometidas cuando llega la hora del parto. Algo que, al parecer muchos médicos ven como algo normal, y que hasta la fecha no es considerado como violencia.

Existe un tabú sobre esto y es lo que ha permitido que esta practica en la actualidad se siga practicando. Sin embargo, han aparecido una oleada de testimonios de mujeres que han manifestado haber sufrido maltrato y violencia durante el parto.

Y es que, para esta activista y en sus propias palabras, “Esta es una práctica generalizada y arraigadas en los sistemas de salud del todo el mundo”; aquí se menciona que la tasa de violencia obstétrica, por ejemplo, en Suecia es del 6%. Entre los maltratos que allí se mencionan está el no respetar la decisión de la paciente, ya sea su consentimiento o rechazo para realizar cualquier acción que afecte su salud, incluso se realizan tactos vaginales sin su consentimiento.

¿Sabías de la violencia obstétrica?
foto sociedadmarce.org

Seguramente han escuchado sobre una práctica muy particular, yo se la escuché a mi madre en una oportunidad, es la incisión llamada “episiotomía”. Es un corte que realizan en el perineo femenino, área que comprende piel, plano muscular y mucosa vaginal; esto se lleva a cabo para “facilitar” la labor del parto.

Esta práctica, para la OMS, son realizadas de manera rutinaria, pero para la mayoría de las mujeres son prácticas que conllevan consecuencias negativas, y para la Revista Científica Women’s Health, pueden considerarse prácticas sin consentimiento las siguientes:

  • No darnos toda la información necesaria para poder decidir sobre el parto.
  • No ofrecer alguna alternativa diferente a la ya acostumbrada, para poder tomar una decisión.
  • obligarnos a dar a luz en una determinada posición (la más conocida, tumbada de espaldas y subidas a un potro).
  • La rutina de separarnos de nuestros hijos al nacer.
  • Privarnos de apoyo emocional.
  • Inducir el parto por conveniencia.
  • Programar una cesárea por pelvis estrecha.
  • La práctica de la episiotomía.

Aquí tengo que hacer referencia al caso de una amiga que, debido a la episiotomía, tuvo que someterse a una reconstrucción vaginal, ya que le provocaba muchos inconvenientes. En mi caso particular, sufrí de un tipo de maltrato que del que no he escuchado mencionar a otras mujeres.

¿Sabías de la violencia obstétrica?
foto medicinaysaludpublica.com

Mi bebé se encontraba en una situación que los doctores llamaron “flotante”. Aparentemente no podría tener un parto natural, así que en el momento de hacerme la cesárea, procedieron a hacer presión en la parte inferior de mis pechos, empujando al bebé para que pudiese salir a través de la incisión que hacen al hacer esta operación. Usaron tanta fuerza que estuve casi un mes sin poder atender a mi bebé.

Seguramente habrá más testimonios menos frecuentes que los ya mencionados, pero sí, las mujeres pasamos por muchas cosas, y aunque el traer una vida al mundo rara vez es cómodo, situaciones como estas solo empeoran las cosas.

Como siempre decimos, consulten a su médico de confianza, sobre todo si están embarazadas, para que puedan tener la mejor información posible, sobre lo que ocurrirá o puede ocurrir en este tan feliz momento.