El rescate de una niña en el Pacífico hace 35 años, fue el tema de conversación en un podcast de un profesor aficionado a la pesca, y que a causa de la pandemia decidió crear este sitio para hablar de lo que más le gustaba, y de ahí surgió la historia real del rescate en el Pacífico de una niña de 9 años hace 35 años.
La historia comienza un 8 de mayo de 1986, en un día soleado, cuando la familia Rodríguez salió a pescar, en la isla de Catalina, California, en un barco recreativo de 8 metros de largo. Thomas Rodríguez, era un trabajador de la Construcción, de 30 años y con una afición por la pesca, sobre todo de lubina.
Con una contextura delgada pero fuerte, le transmitió a su hija la afición por el aire libre enseñándola a pescar, esto lo hacía una vez al mes y esa mañana subieron al barco en compañía de su tía y su esposo, quienes dejaron a sus hijos en casa, salieron a pescar al Océano Pacífico, dejando River Side a primera hora de la tarde, pero inmediatamente una espesa niebla los envolvió.
Cuando Desireé, la niña, junto con su hermana de 5 años descansaban, escucharon los gritos de su padre decir “abandonen el barco, se esta hundiendo”. En ese momento, Desireé empujó a su hermana hasta las oscuras aguas, ellas dos tenían chalecos salvavidas puestos, y los adultos no, con las niñas las siguió su madre, Petra era pequeña y callada estaba embarazada, el barco volcó y solo se le veía la punta sobre el agua.
Los 6 integrantes de la familia quedaron en el agua, y como en una película, en total soledad, el padre decidió buscar ayuda y dijo “volveré,” y desapareció en la oscuridad. Para Desireé, su padre era como un Superhéroe y ella creyó que volvería, pero no fue así, luego su madre también murió, de igual forma que su hermana pequeña. El silencio figuraba entre los recuerdos que se apoderaban del lugar, de su tío y su tía, recuerda que perdían y recobraban la conciencia.
Ella y su tía hablaban todavía con esperanzas de que las rescataran, pero su tío no, lo que lo llevó a buscar ayuda, y lo vieron alejarse, aunque su tía le suplicó seguirlo y ella se aferró y lo hizo, pero fue en vano, ya que por su peso no pudo sostenerlo y lo vio hundirse en las aguas, casi no recuerda como murió, pero la niña de 9 años quedó totalmente sola a la deriva.
Fueron dos capitanes novatos, Strasser y Pisano, muy fuertes y aprendiendo todavía sobre navegar que decidieron hacerlo en esa dirección, y tras ver una espesa neblina y sin pesca alguna decidieron esperar para pescar jureles; fue dando la vuelta de regreso que percibieron algo blanco que brillaba en el agua, giraron y “algo pasó ahí, que raro”.
Cuando se acercaron encontraron un cadáver boca abajo amarrado a la popa de un barco, luego los gritos de los que acompañaban a estos dos capitanes, y señalaron dos cadáveres más, hasta que divisaron a Desireé la única sobreviviente de este naufragio.
La niña, que hoy tiene 45 años piensa que honestamente si ellos no la hubieran rescatado habría muerto, la reunión con sus salvadores la preparó Philip Friedman, y a través de su podcast los logró reunir, estos la llevaron al sitio donde la encontraron y le entregaron una ramo de flores, entre las cuales estaban las que le gustaban a la mamá de Desireé.
Fuente: revista Selección
