Audrey Hepburn lo usó en la película «Breakast at Tiffany’s» (Diamantes para el desayuno, en hispanoamérica) y ha sido nombrado como uno de los vestidos más recordados e icónicos de la historia del cine. Además de ser considerado como el “más bonito”, catalogado así por los expertos en la moda.

Fue en año 1964. Audrey Hepburn, encarnando a Holly Golightly, enamoró a los espectadores mientras disfrutaba un café y un croissant frente a un escaparate de Tiffany’s en la Quinta Avenida de Nueva York; la culpa la tuvo, en gran medida, el vestido negro satinado que usaba la actriz en esa escena.

Un vestido legendario

En el film «Desayuno con diamantes»(su nombre en España) se reúnen dos figuras de gran peso, uno es la actriz y otro es un vestido negro. Su precio era desconocido para aquel entonces, pero no la leyenda que se ha formado alrededor de él.

Era un vestido de cóctel único, creado especialmente para «Breakfast at Tiffany’s»; una sola pieza de satén negro ceñida al cuerpo, sin mangas, con cuello halter y un escote recortado en la espalda, que hacía conjunto con un par de guantes largos de la misma marca. Las espectaculares joyas que «Tiffany & Co.» facilitó al equipo de producción de la película tampoco pasaron desapercibidas. El collar de perlas de varias vueltas incluía un diamante amarillo, el más grande jamás encontrado, que solo se utilizó dos veces desde su descubrimiento en una mina de Sudáfrica.

A pesar de ser un vestido muy sencillo, era increíblemente elegante y traspasó fronteras en su época; revolucionando la silueta femenina hacia una dirección más sobria, elegante y estilizada que la del Hollywood de ese entonces.

La amistad entre Hubert de Givenchy y Audrey Hepburn

Uno de los vestidos más famosos de la historia del cine

A Audrey la vistieron infinidad de diseñadores, sus innumerables películas y los vestidos que lució en ellas fueron tejidos por costureros famosos, pero también por amigos, aunque eran menos. Y uno de ellos fue ambas cosas.

Hepburn llegó a afirmar que, “Sólo con sus prendas me siento yo misma, es más que un coutourier, es un creador de personalidad“; y cuando lo dijo hacia referencia al legendario Hubert de Givenchy, a quien conocía desde hacía mucho tiempo.

Cuando Hubert de Givenchy, se encontró por primera vez con Audrey Hepburn en su atelier parisino en 1953, ella iba en busca del vestuario perfecto para Sabrina y Givenchy había sido su primera elección; por ser, en sus palabras, el diseñador más novedoso, juvenil y excitante del momento. Desde entonces, se logró consolidar la amistad entre el diseñador y la actriz.

Juntos, crearon una fragancia que Hubert regaló a Audrey para que ella fuera la única que pudiera disfrutarla. Y ella, sin darse cuenta, fue una de las primeras actriz en la historia en hacer una campaña de perfumes. En sus tantos años de amistad nunca dejó de hablar con y de su amiga.

Givenchy creó el vestido por el cual Hepburn sería más recordada; y ella inmortalizó la obra del diseñador en la gran pantalla, como sólo ella lo podía hacer.

Sí, fue el vestido que trascendió en la historia, pero en gran parte fue gracias a la amistad entre la actriz y el diseñador, quienes alimentaron su leyenda; Audrey hasta que dió su último aliento y Hubert, quien falleció a los 91 años en 2018.

Muchos dirían que él tuvo mucho que ver con el hecho de que ella fuera considerada una de las actrices más elegantes en la historia del cine, además de su gran talento para la actuación.

El legado del vestido de Givenchy y Audrey Hepburn

Causó tanto impacto que, muchos años después, se subastó por 700.500 euros en 2007; sus beneficios fueron a parar a la ONG «Ciudad de la Alegría» para contribuir en la construcción de 15 escuelas en la India. El escritor francés Dominique Lapierre y su esposa fueron los últimos dueños conocidos,

Es una pieza que ha recibido tanta notoriedad que llegó a estar en la sala del «Museo del Traje» en el 2011 y en el «Museo Thyssen-Bornemiza» de Madrid, España; durante la primera gran retrospectiva del modista francés. En esta exposición se ofrecía un enfoque excepcional de las creaciones del diseñador galo, desde la apertura de su atelier de la Maison en 1952 hasta su retiro en 1996.

Claro que Audrey Hepburn no se queda atrás. Fue tanto su embrujo, que en septiembre del 2017, en la sede de Mayfair, la casa de subasta «Christie’s» subastó hasta 256 pertenencias de la actriz; entre ellas, el guión de la película «Desayuno con diamantes».

Este modelo de vestido vuelve a ser tendencia en sus versiones más modernas, adaptadas a la mujer actual. Existen múltiples versiones, incluso en colores llamativos, perfectos para la temporada primaveral.