Venezuela tiene en su territorio grandes maravillas de la naturaleza y también algunas rarezas del planeta, siendo una de ellas la «Cueva Sima Humboldt», el abismo más profundo del mundo.

Se encuentra situado en la cima de la meseta del Tepuy «Sarisariñama», que forma parte del Parque nacional «Jaua-Sarisariñama» en el Estado Bolivar, Venezuela.

Los tepuyes son las formaciones expuestas más antiguas en el planeta y su nombre proviene de una voz del idioma indígena pemón, que significa «montaña». Otras fuentes la traducen como «morada de los dioses».

El abismo más grande del mundo

Venezuela tiene el precipicio más grande del mundo
Fuente: EcuRed.

Fue descubierto por el naturalista alemán Alexander Von Humboldt, un apasionado de la botánica, la geología y la mineralogía; al que debe su nombre. Se trata de un sumidero o cueva de cuarcita, un tipo de formación rocosa con alto contenido de cuarzo que se extiende hasta las profundidades del Tepuy, que tiene una altura de 2.300 metros.

Además de sus 18 millones de metros cúbicos y una profundidad de 314 metros; el resto de sus dimensiones son bastante curiosas: la anchura máxima de su borde superior es de 352 m y se ensancha hasta los 502 m de ancho, una vez en el fondo. Cuenta también con un ecosistema muy particular, que no se encuentra en otros lugares del planeta; lo convierte en uno de los grandes misterios geología.

La Cueva Sima Humboldt fue avistada por vez primera en 1961, por el piloto Harry Gibson, pero no fue hasta marzo de 1967 cuando William H. Phelps logró aterrizar por primera vez en esta formación geológica.

En febrero de 1974, una expedición dirigida por Charles Brewer-Carías, junto con otros especialistas en botánica y ciencia como Julian Steyermark, Stalky Dunsterville, su esposa Nora y el ornitólogo William H. Phelps Jr, decidieron penetrar las profundidades de las cuevas para analizar los sumideros.

La cueva otra particularidad, y es que está muy cerca de otro precipicio de gran magnitud, a sólo 700 metros de distancia. Y dentro del mismo Tepuy Sarisariñama, se encuentran otras dos cuevas, que completarían un total de cuatro. Se ha llegado a creer que son las más antiguas del mundo.

sima humboldt
Fuente de imagen: Mi Gelatina.

Su acceso es controlado ya que resulta muy dificultoso porque la carretera que conduce al mismo queda a cientos de kilómetros del Tepuy. Y una vez cerca, es necesario tomar un helicóptero o una curvara (canoa) para, finalmente, llegar al lugar. Sin embargo, no es un sitio abierto al público; sus espacios están apartados para trabajos de investigación.

Este impresionante lugar presenta una gran variedad de especies de árboles, de entre 15-25 metros de altura, que cubren la parte superior de la meseta. Los sumideros son tan profundos que han sido capaces de crear ecosistemas subterráneos únicos, donde los animales que allí habitan no pueden elevarse a la superficie. Sus numerosas especies de plantas y animales únicos siguen siendo objeto de investigación en la actualidad.