Poco tiempo después del despegue del primer vuelo de turismo espacial, no es de extrañarnos saber de muchos más viajes privados, y menos si se trata de viajes de astronautas del gobierno.

El pasado 18 de septiembre, la nave espacial Dragon que transportaba la Misión Inspiration4 de SpaceX, aterrizó de manera segura en el Océano Atlántico después de estar tres días en órbita. Ninguno de sus cuatros pasajeros a bordo del vuelo eran astronautas, el viaje fue pagado por el multimillonario Jared Isaacman, siendo un piloto civil entrenado por el gobierno, dando lugar al comienzo de una nueva era de vuelos espaciales orbitales para civiles.

Vuelos comerciales al espacio
Foto: Twitter @SpaceX

Según todos los informes, el vuelo fue un éxito rotundo, pero algunos han lamentado que a diferencia de la mayoría de las misiones de la NASA fue muy poco lo que se transmitió en vivo; y es que durante el silencio radial, algunos observadores señalaron que la plataforma Netflix debería lanzar un documental donde se puedan ver las imágenes de la misión, lo que pueda verse sin limitar la transmisiones en vivo. Después de aterrizar Isaacman tuiteó que la falta de video en vivo se debió al acceso limitado a las estaciones terrestres que priorizan las misiones de la NASA.

El no poder ver la misión en vivo marcó el comienzo en el acceso al público a las actividades en el espacio. Estos esfuerzos a menudo se han presentado de manera relativamente transparente, al menos por la NASA y por la Agencia Espacial Europea, en parte, porque por lo general han sido financiados principalmente por los contribuyentes.

Vuelos comerciales al espacio
Foto: Twitter @inspiration4x

Para la analista del sector espacial, Laura Forczyk, la naturaleza de las financiaciones privadas de esta misión cambia las expectativas, ésta es un hecho nuevo y estamos acostumbrados a ver la transmisión del gobierno, porque los dólares de los contribuyentes y la transparencia son importantes.

En esta ocasión fue una misión privada, y afirmó que en dicho vuelo se utilizó infraestructura gubernamental, sobre todo una plataforma de lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Florida, y el cohete y la cápsula de la tripulación, fueron proporcionadas por Space X, por Isaacman; 8 serían los turistas espaciales antes del 2021, y esto a medida que se vuelva más común.

No podemos imaginar que nosotros como público, debamos esperar ver las vacaciones privadas de algunos, y seremos solo nosotros los que decidamos retransmitir nuestras vacaciones de tres días, especialmente si es algo único en la vida. La respuesta obviamente es NO, pero para una persona promedio tampoco pasaría meses publicitando sus vacaciones de antemano.

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Foto: Twitter @SpaceX

Mucha de esa publicidad se centraría en el objetivo de la misión, “de sensibilizar e inspirar a la humanidad para que apoye a combatir el cáncer infantil, y los 200 millones de dólares que se donaron para el Hospital de Investigación Infantil St. Jude, en Tennessee. Entonces la pregunta es: ¿hasta qué punto son unas vacaciones?, un viaje turístico y con la misión de recaudación de fondos para St. Jude.

Si se trata de una misión de recaudación de fondos, entonces la publicidad forma parte de la misión, pero si es solo como una hoja de parra para los multimillonarios, claro que existirán algunos turistas espaciales que preferirán mantener este tipo de vacaciones en el ámbito privado.

Antes de este año, siete turistas habían viajado a la Estación Internacional y uno pasó una semana en Mir, la Estación Internacional. A principio de los años 90s estaban abiertos sobre los viajes, pero no tenían transmisión en vivo constante. A medida que los vuelos espaciales privados se vuelvan más comunes en los próximos años, parece más probable que incluso el público lo vea como un viaje de lujo para los súper ricos, y no lo vean como una misión para un logro colectivo. Y si bien, es normal transmitir públicamente el logro colectivo, los turistas prefieren su privacidad.