La nueva serie de Netflix llamada “Woo, una abogada extraordinaria”, está causando comentarios muy positivos, tanto dentro como fuera de Corea del Sur.
La trama gira en torno a la vida de una chica de 27 años con Autismo-Asperger y memoria fotográfica que, al haberse graduado como primera de su clase en la Escuela de Derecho de la mejor Universidad de Corea, fue contratada por uno de los mejores bufetes de Seúl. Su coeficiente intelectual es tan alto que es la envidia de algunos de sus compañeros de trabajo; también es una chica perfeccionista y con las características representativas de las personas que tienen la condición de autismo.
En la historia de “Woo, una abogada extraordinaria“, se enfocaron en el aspecto legal, lo que queda resaltado en su primer episodio. Cuando Woo era pequeña manifestó su conocimiento legal durante un conflicto que tuvo su padre con un vecino y este último lo agredía. El asombro de su padre fue enorme, ya que pensaba que su hija era muda porque no hablaba.

Esta serie a causado tan buen sabor de boca, porque es la primera que se ha llevado a la pantalla cómo es la vida laboral de una persona con autismo. Algo sin duda difícil, y para la protagonista lo fue aún más ya que le tomó un año decidir aceptar el papel, porque quería asegurarse de que interpretaría al personaje de forma responsable, lo que para ella era muy importante. Y aunque ha podido darle su toque personal al personaje, no ha dejado de interpretar a una persona que tiene esta condición.
El rechazo que muchas de estas personas sufren en sus lugares de trabajo se hace evidente en esta serie, pero han sabido respetar los dos lados de la moneda. Porque, si bien es difícil para ellos adaptarse, también hay que considerar y educar a sus compañeros para que tengan poder de entenderlos a ellos. Es una historia compleja pero ha sido manejada con mucha inteligencia.
La inspiración tras “Woo, una abogada extraordinaria”
Los productores y guionistas de esta serie se basaron en la historia real de la científica estadounidense llamada Temple Grandin, zoóloga, etóloga y profesora de la Universidad de Colorado. Ella fue diagnosticada con autismo a la edad de 2 años y los médicos creyeron que tendría problemas de comunicación, pero con las terapias que tomó pudo desarrollar esa habilidad, llegando a un grado de comunicación similar al que se puede ver en la serie.


Regresando al caso de la científica estadounidense, esta fue reconocida por ser una de las primeras personas con autismo en compartir públicamente su experiencia con el trastorno. Es la creadora de la máquina de abrazos que se menciona en la serie, y se trata de un dispositivo que calma a las personas que sufren de ansiedad y sobre estimulación ante el contacto físico, y en una escena se ve cómo tenemos que actuar en esos casos.
La inclusión de las ballenas en la serie
Algunas personas con autismo suelen aficionarse por temas específicos. Al ser Woo nativa de Corea del Sur, una península, decidieron que Woo sería fanática de las ballenas, entre estas la ballena Eureka, Orcas y otros delfines ya casi extintos. Por esta razón estas criaturas son un tema de conversación constante en la serie que, además de servir como alivio cómico, aparecen cada vez que la abogada Woo obtiene una idea de éxito para dar solución al problema legal en curso.

Para finalizar esta serie ha tenido tanto repercusión en Corea del Sur que estará siendo llevada al formato de Webtoon o Cómic digital, cuando la mayoría de las veces suele ser al revés; porque son muchos los cómics que han sido llevados al formato de Dorama. Yo por mi parte, les recomiendo esta serie ampliamente.