Sabemos que los perros detectan muchas cosas, por ejemplo: sustancias ilícitas, estados de ánimo, embarazos antes de que la mujer lo sepa, enfermedades antes de su diagnóstico y presienten sucesos como la muerte. El COVID-19 no es la excepción, diversos estudios resaltan que los caninos tienen un 96% la efectividad para detectar este virus en el cuerpo humano, aunque sea asintomático.

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¿Cómo se entrena a un perro para detectar el COVID-19?

Perros detectando COVID-19

El entrenamiento es el mismo que se utiliza para la detección de droga. En primer lugar, el perro deberá aprender a reconocer el virus, para ello se utilizan muestras de personas que hayan sido contagiadas.

Los perros son capaces de detectar el virus en el cuerpo humano hasta 5 días antes de la aparición de los síntomas. Lo consiguen a través de los receptores olfativos en su nariz, tienen de 220 millones en promedio, permitiéndole mínimas alteraciones en las sustancias, la doctora Susan Hazel, veterinaria de la Universidad de Adelaide en Australia dice en su artículo “Estos perros están entrenados para husmear el coronavirus”.

Los canes entrenaos previamente para otros fines, se prueban con muestras, en este caso de  personas contagiadas, junto a la comida o un objeto con el que entrenan habitualmente. Posteriormente se les quita la comida y el objeto, y solo se les deja la muestra positiva del virus para que ellos puedan detectarlo.

Felipe Valencia, Médico Veterinario colombiano y experto en adiestramiento canino, afirma  que los perros utilizan el 40% de su cerebro para procesar lo olfateado, punto a favor para que los perros nos ayuden a combatir la pandemia. Indicó que están desarrollando junto a la Universidad de Antioquía un proyecto similar que apuesta a la efectividades de los perros en este tema.

Lograr el test sin temor al perro

En caso de (cinofobia) o temor a los perros, la prueba es sin su presencia. Se pide al pasajero permitir una prueba sencilla, rápida y cómoda, una vez recogido su equipaje, se entrega una toallita desechable para que limpie el cuello, piel de sus brazos y papada, para obtener muestra de sudor, deja la toallita en un recipiente. En tanto el entrenador oculto detrás de una pared con el can, le coloca la muestra junto a otras iguales con diferentes olores y el perro hace su trabajo.

La detección la puede lograr en 10 segundos. El resultado se comunica al pasajero y de ser positivo, es remitido al área de salud del aeropuerto para una prueba totalmente gratuita.

Los canes y el COVID-19

Aunque se han detectado porcentajes muy bajos de contagio de perros, ellos deben tener los mismos cuidados del ser humano en cuanto al distanciamiento. Con esta metodología en los aeropuertos, nuestros amigos no tienen posibilidad alguna de contagiarse con el COVID-19, porque las muestras utilizadas para su entrenamiento están debidamente protegidas con un material especial para evitar el contacto con el animal, a su vez, frecuentemente se le practican exámenes a los mismos para verificar que todo esté en orden.

Este sistema es mucho más rápido y efectivo, dejando de lado la incómoda toma de temperatura, saliva y barridos nasales.

Poco a poco más aeropuertos están integrando sus brigadas caninas para la detección, como los de Helsinski, Emiratos Árabes Unidos, Chile, Alemania, Francia, Reino Unido, Australia y Japón, una razón más para amar al mejor amigo del hombre.