En la ciudad de Córdoba se realizó una escultura en homenaje a la elefanta ‘Flavia’, el encargado de realizar la obra fue el artista José María Serrano, y él mismo aseguró que fue un “Honor y un lujo realizarlo”.
Flavia fue una elefanta que nació en libertad, incluso mucho antes de que le otorgaran el nombre, era una cría de elefante asiático que vivía en su hábitat natural en algún lugar de la India; aunque se desconoce donde fue capturada, la información que se maneja es que llegó desde Bombay hasta Ámsterdam, aunque no es difícil descifrar lo ocurrido en ese entonces. La elefanta tenía aproximadamente 1 o 2 años de edad, se presume que fue separada de manera violenta de su madre a la que nunca más volvió a ver. Tampoco se sabe que pudo haber pasado con el resto de su familia, si fueron capturados o asesinados para poder llevarse a la elefanta, lo que sí se puede asegurar es que todos esos acontecimientos pudieron quedar en la memoria de Flavia de manera traumática.
Este 27 de mayo en la ciudad de Córdoba, fue inaugurado por parte del ayuntamiento, un busto en homenaje del animal que estuvo en cautiverio desde 1976 hasta 2019, fecha de su fallecimiento. El concejal de medio ambiente, David Dorado, ha sido el encargado en presentar a la sociedad dicha escultura en “homenaje a Flavia”, y a su vez quiso dar las gracias al personal del zoológico. Por lo general un elefante que se cría en cautiverio vive 35 años, pero en el caso de Flavia que nació en su hábitat natural, llegan a vivir 46 años, “esto se debe a los cuidados brindados por el personal”.
Uno de los cuidadores que estuvo a su lado hasta el momento de su deceso fue Fran Ruiz, quien meses después alegó que se sintió atormentado cada vez que pasaba por el área donde tenían a Flavia, en el que había pasado casi toda su vida, la pérdida de la elefanta dejó un gran vacío entre todos los trabajadores. El ayuntamiento de Córdoba intentó buscarle una pareja para que no estuviera sola, pero al examinarla y constatar que tenía alto nivel de depresión por pasar tantos años encerrada, ya era muy tarde para ella.
Como se cree que fue la captura de Flavia
Personal del zoológico expresó que en más de una ocasión, la elefante se aterraba al escuchar el sonido de un helicóptero, parecería absurdo, pero esto demostró que formó parte de una infancia traumática para el animal, expertos aseguran que si Flavia hubiese sido humano, hubiera manifestado el síndrome de estrés postraumático. Flavia llegó a Córdoba en 1976, ella sustituyó a un elefante que falleció en 1970, el Zoo y el ayuntamiento pagaron 271.000 pesetas (1.800 euros). El único registro que se tiene son fotografías de los visitantes, aseguran que no hay algún documento legal del animal o veterinario que constate su estado de salud desde 1976.
Una pequeña luz en el infierno
No fue hasta 2012 cuando a Flavia se le realizaron algunos chequeos médicos. Pasaron muchos años de descuido veterinario, incluyendo la muerte de algunos ejemplares del zoológico, entre los más destacados fueron dos jaguares albinos abatidos a tiros en 1990, esto puede ser causa de falta de personal autorizado. Ya cuando en 2012 retomaron los cuidados el estado de salud de Flavia, se había visto naturalmente afectada, ya que se podía observar deterioro en sus articulaciones y hasta dificultad para poder doblar una de las rodillas.
Un inmenso vacío llamado Flavia
Muchos aseguran que lo sucedido con Flavia fue negligencia, si tenía algún deterioro físico, pero exámenes veterinarios aseguraban que en líneas generales el animal aún estaba apto para poder seguir con vida sin necesidad de realizarle la eutanasia, que ella psíquica y cognitivamente se encontraba en perfecto estado, solo que se había tumbado y le costaba un poco levantarse, aunque otros aseguran que dentro de todo, eso pudo haber sido lo mejor para ella porque así no seguiría sufriendo: seguir encerrada en cuatro paredes de cemento.
Muchos sienten rabia e indignación de cómo un animal puede ser privado de su libertad, y por si fuera poco no brindarle los cuidados médicos necesarios para que pueda tener una vida digna.
