El pasado 29 de junio saltó la noticia de la detención de una de las influencers más famosas en México, conocida en las redes sociales como YosStop, en el último mensaje divulgado por ella en su cuenta de Instagram menciona “Estoy privada de mi libertad por terminología, no es porque sea peligrosa, no es porque sea lasciva, no es porque sea culpable”.
La influencer Yoseline Hoffman quien cuenta con 14 millones de suscriptores en sus dos cuentas de YouTube, siendo una de sus características principales el generar todo tipo de controversia al opinar de manera desenfadada sobre cualquier tema de interés popular, lo que la ha hecho conocida en las redes sociales. Su trayectoria comenzó al colaborar con programas de TV como Canal Once, TVC y Tv Azteca, participando como conductora en las Olimpiadas de Londres del año 2012, desde ese momento comienza con su canal de YouTube, donde le da un estilo totalmente desenfrenado.
Mi gran pregunta es, ¿cómo es posible que este tipo de personajes se valen de hacer comentarios sin medir las consecuencias que llegan a causar por el solo hecho de convertirse en famosos?, y no lo digo solo por ella; ya que existen un sin fin de personajes con los mismos intereses de hacer lo que sea por convertirse en celebridades y tener miles de seguidores, pero ese ya es otro tema.
Ella ha sido detenida y vinculada a proceso por su presunta responsabilidad en el delito de posesión de pornografía infantil, en su domicilio en la Ciudad de México, y fue llevada al centro femenil Santa Martha Acatitla. Esto a raíz de una denuncia que presentó una joven el pasado mes de marzo por las acusaciones antes mencionadas, y con ella han sido acusados 5 hombres de los cuales colocan su primer nombre, pero sólo la letra inicial de su apellido.
En fin, me parece discriminatoria esa forma de proteger la identidad de los verdaderos agresores, y sí exponerla a ella por ser figura pública; pero lamentablemente todavía estamos viviendo este tipo de situaciones. La acusación especifica los delitos que se le imputan a la youtuber, que en concreto es: divulgación y almacenamiento de contenido de una menor de edad siendo violada.
La menor en cuestión, llamada Ainara Suárez, que para el 25 de mayo del 2018 contaba con 16 años de edad, se encontraba en una fiesta, donde se detalla en el expediente que habría estado consumiendo bebidas alcohólicas y fuera abusada sexualmente por cinco jóvenes, mismos que hicieron un video de la violación y lo subieron a la redes sociales, causándole a la joven problemas psicológicos, al sufrir de acoso y bullying.
A la influencer se le mantiene en prisión preventiva oficiosa y se fijó un plazo de dos meses para concluir la investigación complementaria. Su delito: haber adquirido, almacenado y publicitado en repetidas ocasiones dicho video en sus redes sociales; ya que el contenido es un video de una menor de edad y la afectada presentó un video donde la acusada titulaba “como patética generación”, donde menciona que posee un video con el contenido de la violación a la menor.
Fuente:
