En estos tiempos, las personas tienen una forma diferente de reaccionar ante la publicidad, representando un obstáculo para abrirse paso y situarse en la preferencia.

Varios factores como la excesiva cantidad de comerciales, marketing muy predecible y originalidad casi nula, dan como resultado que la atención del consumidor se vaya en otra dirección, especialmente en los nuevos emprendimientos.

Si lo que interesa es calar eficazmente en tu audiencia, ir un paso delante de los demás, entonces debes recurrir a una figura pública acorde al estilo de tu marca, poseedor(a) de credibilidad, que sume a tu favor, y no alguien que fugazmente interviene en tu publicidad sin pena ni gloria.

Hacer marketing con algún influencer pareciera ser una colaboración, entre la marca o empresa y alguien a quien tu audiencia objetivo sigue en las redes sociales. Pero esto va más allá de una colaboración, por eso es importante saber en qué consiste este trabajo, como sacar el mejor provecho de dicha estrategia y por qué es tan popular.

Generalmente vemos a los influenciadores como personas muy cercanas, con las que intercambiamos conversaciones, conocemos aspectos de su vida y sugieren compras o acciones.

Analicemos la figura del influencer, ya que va desde los que se convierten en “influencers” al promover un emprendimiento, los que relatan su vida diaria para sugerir alimentación sana, ejercicios, maquillaje o viajes entre otros, y aquellos que se dedican a la comedia, política, noticias o influencers infantiles…. En verdad hay de todo.

¿Qué es un influencer?

Aunque lo veas trivial, cualquier persona que se haga una fotografía y la comparta en las redes no es un influencer. Tampoco el hecho de tener miles de seguidores en las redes sociales, te hace un influencer, aunque ambas prácticas son características propias del mismo.

Como su nombre lo indica, es una persona que tiene la capacidad de influir en las decisiones de compra de otras. Poseen conocimiento profundo del tema, generando credibilidad y confianza en sus seguidores, y eso lo podemos ver en cualquier influencer a nivel mundial.

La credibilidad

En el mundo digital todo lo que vemos pudiera no ser del todo real. El gobierno por austriaco por ejemplo, detectó más de diez mil casos de tiendas fraudulentas, donde el consumidor corre el riesgo en solitario. Por ello alertan a que la protección al consumidor en las redes sociales se aplique para que no sea un peligro.

Generalmente los influencers poseen carisma, son cercanos, ejemplos a seguir (así son vistas por sus seguidores). Cuando se conectan en Lives, o suben contenidos de sus emprendimientos, son comentadas y visualizados en números increíbles, logran fijar sus contenidos en el público, y cuando hacen recomendaciones con otra marca, trasladan la confianza y sugerencia hacia esa otra marca con mucha facilidad.

Otros son los casos de menores de edad, pero de eso hablaremos en otra oportunidad.

 

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Fuente:

https://es.wix.com