Para una entrevista realizada en Paris, Keanu Reeves entra a un restaurante que había sido escenario para una de sus películas. Como dato curioso, desde que se filmara dicha escena en este restaurante, todos quieren sentarse en una mesa en particular, la que Keanu ocupó en la película.
Al llegar al lugar de la cita, se detiene junto a esta mesa y en ella se encontraba una comensal, la cual se quedo de piedra al ver al actor parado a su lado, claro que ella no no lo podía creer. Pero bueno, Keanu llegó a esta entrevista para promocionar la película la numero 4 de la famosa saga The Matrix.
Esta cuarta película, The Matrix Resurrections, es sólo una de las franquicias multimillonarias en la que él participa; pero en esta ocasión, keanu se encontraba en Paris porque estaba rodando la cuarta entrega de su otra franquicia igual de exitosa, como lo es John Wick.
“Ahora estamos rodando escenas nocturnas y acabamos de terminar, eran las 7 de la mañana”, comentó él con su cabello todavía húmedo y peinado hacia atrás.
Entre los comensales y camareros del restaurante se miran con caras de asombro, cuando el que entrevistador Ryan D’Agostino, al verle llegar, menciona que se ve como una especie de herida en la mano de Reeves; éste, al ver la curiosidad reflejada en su cara, le contesta “son gajes del oficio”. Tras unos segundos Keanu se ríe y le manifiesta que solo es sangre de utilería, pero que no se quitaría hasta luego de varias lavadas.
Han pasado 20 años de la primera película de Matrix, veintisiete años de Speed, treinta y dos desde que se dio a conocer al mundo en Ted Logan y en Las alucinantes aventuras de Bill Ted; pero eso no lo detiene, porque está hoy filmando la nueva de John Wick a la vez que está promocionando la cuarta de The Matrix Resurrections, con 57 años de edad.
Fue con 24 años que Ron Howard, le dio la oportunidad en la película en Dulce Hogar. Pero desde los días en los que, en su natal Toronto y siendo joven. viajaba en soledad hasta la última estación del tren, o cuando jugaba hasta el anochecer en su barrio de Yorkville, su personalidad no ha cambiado mucho.
Hoy en día, cuando se encuentra en una ciudad nueva se siente cómodo, debido a su adaptabilidad. También es un hombre que se caracteriza por escuchar a sus amigos, esto lo comenta una de sus grandes amigas, Sandra Bullock; es una de las características que vuelve loca a la gente. Y ella lo conoce bien, desde que se hicieran amigos luego de haber trabajado en Speed en 1994. Nunca hubo ningún romance entre ellos, aunque la gente lo deseaba, pero la amistad se hubiera arruinado, o eso es lo que ella comenta.
Nada malo tiene Bullock que decir de Keanu, solo que si te escucha no te dará la respuesta hasta el día siguiente, cuando llega a tu puerta con unas trufas y una copa de vino y te dice “He pensado en lo que me has dicho”, te da un ramo de flores y te preguntas cuánta gente conoces tú que hiciera algo como eso.
Él asegura que no quiere que piensen que tiene mentalidad de monje budista. Se fue de casa a los 18 años, sin haber terminado ninguna de las tres carreras que comenzó; se fue de Toronto en un Volvo de 1969 directo a Los Ángeles.
Cuando el guión de The Matrix llegó a sus manos dijo “Caray, esto es lo mío“, argumenta que conoce este tipo de pensamientos; había leído mucho sobre los universos de multipersonalidad y perspectivas diferentes, y todo lo referente a la idea de controlar el pensamiento y la realidad virtual le gusta.
De los beneficios de The Matrix Resurrections, el 70% de sus ganancias las donó a lo más necesitados a los hospitales, y así también lo hizo con motocicletas para 12 médicos especialistas, para que pudieran llegar a tiempo a sus citas.
Él recibió un bono de 100 millones de dólares, más sin embargo el repartió 75 millones de dólares, a los 75 miembros del equipo de filmación, así como a los diseñadores de vestuarios que trabajan detrás de las cámaras de la película. De igual manera le regaló una Harley para los especialistas y para su doble de acción en la película.
Keanu es el tipo de persona que hace todo por sus seres queridos, puede llegar a quedarse sin zapatos si alguien se los pide. Con 68 películas en 35 años de carrera, y que ha sufrido perdidas importantes, se despide de la entrevista no sin antes tomarse selfies con sus fans, concentrado en la idea de seguir haciendo historias ya que es un amante del cine.
