Los llamados aceites esenciales siempre los hemos ligado con la aromaterapia, pero ahora están a la orden del día y sirven para mucho más que aromatizar tu habitación o ayudarte a relajarte al comenzar las clases de yoga. Sabemos que la cosmética los ha usado y que tienen un montón de propiedades.

Origen de los aceites vegetales

Y es de las plantas de donde se obtienen estos aceites vegetales y que son de dos tipos: los engrasantes y los esenciales. Los engrasantes se obtienen en su mayor parte de las semillas y los frutos de la planta, y son sustancias viscosas, ricas en triglicéridos, ácidos grasos y vitaminas liposolubles, como la E, D, A y K. Esto lo explica la ingeniera química y experta en dermocosmética Antonia Álvaro.

Extracción de los aceites esenciales

Los aceites esenciales se extraen sobre todo de las hojas, cortezas, raíces o incluso de las flores, con la afirmación de la dermatóloga Arantxa Arana. Estos aceites no son grasos y pueden ser muy líquidos o sólidos, como una resina. Están compuestos por una cantidad de moléculas aromáticas volátiles, lo que les otorga su capacidad para viajar a través de nuestro olfato al sistema límbico (que es el encargado de regular las emociones y otros lo llaman “el cerebro emocional”) y es por ello que ayudan aportando beneficios a nuestras emociones.

Uso adecuado de los aceites esenciales

Lo que tenemos que saber es que los aceites esenciales puros no pueden usarse directamente en la piel, pues sus moléculas son muy pequeñas y podrían penetrar hasta el torrente sanguíneo, lo cual resultaría muy dañino para la salud.

Dilución y combinación con otros aceites

Estos deben ser diluidos en una sustancia base, ya que al ser tan concentrados nuestra piel podría reaccionar. Es por ello que estos son envasados con pipeta. Al querer usarlos en forma tópica, necesitan aliarse con otros aceites vegetales como portadores y de esta manera trabajar en sinergia y así multiplicar sus propiedades.

Algunos aceites esenciales y sus propiedades

Sus poderes y dosis adecuadas de estos aceites y que cada uno de ellos tienen sus propiedades y virtudes, aquí algunos de ellos:

El aceite esencial de rosa damascena es antioxidante, antibacteriano, hidratante y regenerador, aportando bienestar. El de jazmín es relajante, antidepresivo, antiinflamatorio y afrodisíaco. El aceite de pachulí es antiséptico, regenerador celular y alivia el estrés. El de geranio equilibra el cuerpo y la mente, así como tonifica y regenera el tejido. El de naranja amarga es cicatrizante e inductor del sueño.

Pero como siempre les recomendamos que consulten con su médico de confianza.

Fuente: Revista Cosmopolitan.