Aunque sus llamativos sombreros y tocados la han hecho famosa, no podemos pasar por alto las deslumbrantes tiaras que la monarca ha lucido a lo largo de su reinado; aunque muchas veces han pasado desapercibidas. Ahora, a sus casi 95 años, la soberana inglesa, la Reina Isabel II, continua con su elegante y peculiar estilo de vestir, que ha sabido adaptar a cada época en la que ha vivido

Un paseo por las coronas mas grandiosas que ha lucido la Reina Isabel II

La Tiara llamada Kokoshnik:

Es la tiara favorita de la soberana inglesa y se le ha visto en innumerables ocasiones especiales. El nombre «kokoshnik» hace alusión a un tocado tradicional femenino, típico de las campesinas de origen ruso, que se usaba en la cabeza para emular un halo. Esta diadema tiene la ventaja de que puede convertirse en un collar.

Fue un regalo que hicieron las mujeres de la alta sociedad a la reina Alexandra de Dinamarca, por motivo de su aniversario de bodas de plata con el Príncipe Eduardo VII en 1888. Cuando la reina Alexandra muere en 1925, la tiara pasa a manos de su nuera, la reina Mary que, al fallecer en 1953, se la dejaría como herencia a su nieta, la Reina Isabel II.

Esta tiara fue diseñada por R&S Garrard. Se compone de 61 barras en platino y 488 diamantes pavés engastados, incluyendo un gran diamante de 3.25 quilates y 65 gramos. Fue usada por su nieta, la Princesa Eugenia de York en su boda; fue la primera vez que Eugenia usó una tiara y resultó ser una decisión muy acertada.

La Coronas más grandiosas de la Reina Isabel II
La Reina Isabel II, usando la diadema Kokoshnik. Foto de: Corazón y Rosa

La diadema del Estado

Ha estado en la familia real desde 1821 y fue elaborada para la coronación del rey Jorge IV. Tras su muerte, esta diadema pasó a la esposa del rey Guillermo IV, la reina Adelaida, quien impuso la tradición de que las monarcas usaran esta pieza. Cuando finalmente llega a manos de Isabel II, usó esta diadema de camino a su coronación en la Abadía de Westminster en junio de 1953.

Al día de hoy continúa usándola; por ejemplo, en su camino a la apertura estatal del Parlamento.

Esta corona está elaborada con más de 1.000 diamantes, un diamante amarillo de 4 quilates en el centro, y, aproximadamente, 170 perlas.

Tiara «Chicas de Gran Bretaña e Irlanda»

Fue un regalo de boda de la reina madre a su nieta, la entonces princesa Isabel; aunque no la llego a usar en su ceremonia, cosa extraña ya que también fue una regalo de boda para su abuela, la reina Maria en el año 1898.

La soberana inglesa la ha usado en muchas ocaciones e incluso aparece con ella en algunos billetes del banco británico y de la Commonwealth. La Reina Mary era una gran aficionada a las joyas; adquirió esta diadema a través de un comité presidido por Lady Eva Greville, quien llegó a ser dama de honor de la Reina Mary. El resto del dinero recaudado fue donado a obras de caridad.

A esta tiara también se le conoce como la “Tiara de la abuela”. Está formada por una franja de diamantes en forma de rombos y óvalos; engastados en oro y plata. Esta tiara puede ser desmontada y utilizada como collar cuando es montada en un marco más pequeño. Tenía 14 grandes perlas sobrepuestas, las cuales fueron removidas y pasaron a ser parte de la Tiara «Lover’s Knot». Las perlas fueron sustituidas por 13 diamantes más finos.

En 1914, el bandeau con forma de rombo de la base se eliminó, lo que le permitió ser usado como una segunda diadema. Las dos piezas volvieron a reunirse en 1969. La reina la ha usado con perlas y sin la base de diamantes, para que fuese mucho más práctica de llevar.

Niñas de Gran Bretaña e Irlanda
Tiara «Niñas de Gran Bretaña e Irlanda». Fuente: AliExpress.

La Tiara «rubí birmano»

Es otro regalo de bodas recibido por la Reina Isabel, en esta ocasión, de parte de Cartier. Hecha en 1930, incluye 96 rubíes birmanos que su Majestad recibió del pueblo de Birmania. El número 96 no es por capricho, se dice que los rubíes tienes poderes protectores, y la gente de Birmania creía que 96 rubíes podrían proteger al dueño contra enfermedades y malos deseos.

Fue la muestra de amor y protección que el pueblo de Birmania le otorgaba a su reina. Las rosas que se ven en la corona representan el emblema heráldico de la Dinastía Tudor.

Tiara brasileña de aguamarina

Para mí, una de las menos bellas que posee la Reina Isabel II.

Luego de recibir un collar y aretes de aguamarina de parte de Brasil en 1953, con motivo de celebrar el inicio de su reinado en 1953; la soberana quedó tan encantada con estas piedras preciosas que decidió pedir a la casa Garrard, todo juego de joyas y accesorios con esta gema, en el cual se incluyó esta corona.

Está formada por unas grandes aguamarinas rectangulares, obviamente brasileñas, rodeada de diamantes; el collar a juego ofrece un gran colgante desmontable. Con el tiempo, llegaron más aguamarinas para la Reina y, en 1958, Garrard presentó un gran broche y una pulsera que completaría el conjunto completo.

En 1957, la Reina Isabel tenía una sencilla diadema de platino engastada con diamantes y aguamarinas; otras tres grandes aguamarinas verticales rodeadas por diamantes con soportes eran desmontables, aunque no estuvo terminada sino hasta 1971, cuando se le añaden 4 piezas más de aguamarina que provenían de una joya regalada por el gobernador de Sao Paulo, durante una visita de Estado a Brasil en 1968.

Se sustituyó la piedra central con la pieza de aguamarina que colgaba antes en el collar. Esta pieza volvió a ser reemplazada por una piedra más pequeña.

Tiara brasileña aguamarina
Foto de: Corazón y Rosa