En casi todas las culturas, las pirámides representan una forma de acercarse a las deidades desde la base, desde la tierra. No todas son iguales, son las creaciones más extraordinarias del ser humano en la antigüedad.

De pequeña me preguntaba con qué finalidad fueron hechas y después que aparecieron las maravillas de la tecnología, sería  una forma de que el hombre se entretuviera haciendo algo que además de mantenerlos ocupados, les permitiría dejar una huella de su existencia en el planeta. En todo caso, también llegué a pensar que fueron fruto de cuestiones de idolatría y que el ser humano necesitaba tener alguien o algo en que tener fe.

Mientras los palacios eran hechos para el disfrute de la vida en la tierra, las pirámides según los estudiosos en el tema, teorizan que estas se construyeron para generar un vínculo con las deidades e inframundo.

Un ejemplo de las huellas dejadas por antiguas civilizaciones, son las estructuras de conocimiento universal, como son las de Egipto y las de Mesoamérica. Su similitud yace en que fueron creadas bajo el motor de la espiritualidad y la cultura, pues en ellas están inmortalizados en piedra escritos que divulgan al mundo su historia religiosa y en la zona en que estas civilizaciones dieron vida.

Sin embargo, existen muchas diferencias en cuanto a su uso y su arquitectura.

Las pirámides de Egipto

Pirámides egipcias
Foto de Thais Cordeiro

Las icónicas pirámides egipcias son las más antiguas ya que su construcción comenzó aproximadamente desde el año 2.700 antes de Cristo. Su construcción es del tipo escalonado, casi un paralelismo con la estructura mesoamericana. Luego avanzó hasta el modo romboidal, llegando al clásico de caras lisas.

Estas fueron realizadas por petición del faraón que estuviera en el poder, con la intención de ser recordado a lo largo de los siglos y para ello el motivo de la construcción de las pirámides destinadas a servir como un titánico mausoleo para su descanso eterno.

Se han conseguido un centenar de pirámides, siendo unas de las más famosas las construidas en época de los faraones Keops, Kefrén y Micerinos, en la llanura de Giza. Recientemente fueron analizadas las de Saqqara por las autoridades egipcias, siendo halladas un sinfín de momias, estatuillas y otros elementos de la era faraónica.

Las pirámides mesoamericanas

Chichén Itzá
Fuente: Concepto.de.

La mayoría de ellas son más recientes que las de Egipto, entre el 200 y el 1.500 después de Cristo. Sin embargo, la etapa más prolífica se encuentra entre 500 y 700 antes de Cristo.  Su territorio abarcó culturas como la maya y azteca (de mayor relevancia), la xelhua, coba, olmeca y tolteca. Las pirámides más conocidas son las Teotihuacán y Kukulkán (Chichén Itzá), y la Gran pirámide de los olmecas en La Venta, entre otras.

La diferencia entre ellas, es que las de Mesoamérica no pretendían homenajear a un fallecido, sino casi siempre a un Dios. La estructura servía para rendir tributo a los grandes seres o usualmente para hacer sacrificios.

Arquitectónicamente, la mayoría de las pirámides son escalonadas. Algunas, como las mayas del Mango (México) son de cara lisa, pero con escalinatas. El fin de estas era ascender a lo más alto para estar más cerca del Dios.