Para aquellos asiduos jugadores que nunca destacaron en un deporte físico, ya pueden considerarse “los nuevos deportistas electrónicos”. Y es que, de un tiempo para acá estos juegos están comenzando a ser algo más que una forma de diversión evasiva, una que ha existido desde que el hombre se acurrucó por primera vez en torno a una máquina de Ping-Pong.
Pero lo novedoso de esto, es ver a la gente jugar videojuegos a escala mundial, y se han creado cuentas de redes sociales para este efecto, en las que podemos ver como los equipos compiten por premios de hasta 40 millones de dólares, aunque sigue siendo algo relativamente nuevo. Por otro lado, los deportes electrónicos (E-sports) son enormes, y si los has ignorado es porque la gran mayoría de las personas aún no los considera un deporte -en el sentido tradicional-.
Bueno, estas son las consideraciones que hace Joshua Rivera sobre este tema, y es que todos podrán pensar que los e-sports, son solo la nueva modas de los adolescentes, pero nada más lejos de la realidad, porque ni mi hija, su esposo o sus amigos, son adolescentes, ya pasan de los 30 pero si, claro que comenzaron a jugar desde temprana edad.
Este deporte electrónico se abrió camino a través de Twitch, que sirve de refugio para un gran universo de los nuevos -catalogados así hoy en día- deportes electrónicos. Desde los videojuegos intensos de tiroteos (shooters) tácticos como Rainbow Six: Siege, los de combates -de la vieja escuela- como Street Fighter u otros shooters de combates intercambios rápidos como Overwatch. Pero pocos le ganan o igualan al poderío de League of Legends (o LOL para los fans).
Ver Lol haría estallar la cabeza de los antiguos jugadores de Pong. Y en él, dos equipos de cinco personajes de fantasía cada uno, tendrán la tarea de defender cada uno una base; ganar implica volar la base de su oponente antes que él se haga con la tuya. El conseguirlo es difícil: esta todo el equipo, obviamente , pero también hay trampas explosivas que sirven tanto de obstáculo como método de escape, así como poderosas torretas que defienden una posición en cada un de los 3 carriles.
Los jugadores profesionales tienen que tener reflejos precisos y planificar estrategias a un nivel como el ajedrez en 3D. Todo ello es necesario para conseguir la victoria, en un juego donde trabajar en equipo es vital, aunque hay jugadores en solitario que pueden llegar a robar el espectáculo, con sus exuberantes demostraciones de valentía. Yo he escuchados gritos de euforia, así como muchas palabras altisonantes, comunes entre estos jugadores, y bueno, están en su casa.
Y están los jugadores de la vida real (o “Invocadores”), quienes eligen otros nombres para controlar a las leyendas o “campeones” desde sus ordenadores: Lee Sang-Hyesok, de 25 años, de Corea del Sur, es el nombre real del legendario Faker; el táctico Carl Martin Erik Larsson, de 25 años y originario de Suecia, es mejor conocido como Rekkles; el despiadado Robert Huang, de 22 años de los Estados Unidos, causa terror a sus oponentes bajo el nombre de Blaber.
Cada jugador tiene su estilo propio, su propio rollo, así como sus propios problemas, y cada equipo practica con estrategias y realizan escaramuzas. Cada año, cada uno de los equipos se reúnen y aquellos mejores son los que entran en estas Competencias Mundiales de League of Legends, que son conocidas como Worlds, que volverá a celebrarse en los Estados Unidos este próximo otoño, luego de seis años en el extranjero.
En definitiva seguiremos escuchando de esta nueva modalidad o, si se quiere, el llamado deporte electrónico, y nos acostumbraremos a verlo como cualquier deporte normal, que llegará a convertirse en toda una gran sensación en un futuro muy cercano. Y serán más realistas, con avatares que lucirán auténticamente humanos. Sin embargo, aún no tienen la atención que se merecen.
