El 3 de julio se celebra el “Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico” un día que hace años podría haber desaparecido de la agenda, pero la industria del plástico nos ha puesto frente a un problema de contaminación mundial.
Aunque los días internacionales se conmemoran para avisar sobre temas de utilidad, principalmente sobre derechos humanos, desarrollo sostenible o de salud, esta vez intentando atraer la opinión pública en búsqueda de soluciones, fue necesario con este tema hacerlo de otra manera, ¡y vaya que lo es!, a tal grado que los gobiernos tienen que aplicar medidas acerca de la grave contaminación que arrastra el plástico.
La sociedad actual no ha asumido el impacto negativo de nuestro comportamiento cotidiano. Un ejemplo de ello es una simple compra de alimentos o bebidas para llevar, usando envases “de un solo uso”, esos que tiramos al consumir el contenido, o las verduras que compramos envueltas o al vacío, no cuestionamos la utilidad del empaque, pero el destino final es la naturaleza. Otro ejemplo son los insumos médicos, usados en cantidades descomunales y desechables.
¿Sabías que una bolsa plástica tarda décadas en degradarse, en el mejor de los casos? Cuando lo hace desprende cientos de miles de imperceptibles fragmentos de plástico, llamados “Microplásticos” con aditivos, toxinas, entre otros, que llegan a las profundidades del mar y son ingeridos por los peces, estos microplásticos están en el ambiente y sin darnos cuenta estamos comiendo partículas de plástico. ¿Es esto equilibrado cuando su uso promedio puede ser de unos 15 min?
El 50% de todo el plástico que se produce es utilizado una sola vez y se desecha. En el mundo cada año se producen 300 millones de toneladas de residuos plásticos, de ello sólo el 9% se recicla, el 12% se incinera y el 79% restante va a los vertederos o acaba en la naturaleza. España es el país que más plástico vierte al mar de toda la Unión Europea.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), el confinamiento por la pandemia de COVID-19 ha agravado la situación, y la industria del plástico sigue ganando la batalla con la premisa de que es más seguro comprar productos en envases de usar y tirar. En este caso las bolsas de papel, las biodegradables, compostables, y otras en esa categoría que circulan en el mercado no son la solución, estas siguen siendo objetos de usar y tirar. La única solución es su total eliminación y el uso de bolsas reutilizables.
Tú puedes aportar tu grano de arena, es un compromiso medioambiental global y somos todos responsables de dominar el impacto que este material tiene en nuestro entorno. Para que finalmente dejemos de ‘celebrar’ este día, ¡tómatelo en serio! Urge un cambio de conductas y leyes medioambientales que de verdad se cumplan para que nuestros hijos y nietos tengan un planeta vivo y sano.
