¿Hacia dónde vamos con el ambiente?

La forma en que vivimos apunta a un planeta repleto de basura y abuso del medio ambiente, afortunadamente hay personas trabajando en iniciativas que ayuden a disminuir el daño que por milenios hemos cometido.

Campaña en pro del ambiente

Las condiciones de océanos, mares y ríos que reciben contaminación desproporcionada, con al menos 12 millones de toneladas de basura cada año, es uno de los puntos de atención, estimando que para 2050 habrá más plástico que peces. Por eso el movimiento global Greenpeace, conformado por 3 millones de personas en 55 países, ha lanzado una campaña que busca sensibilizar sobre la situación, para que las instancias responsables de envases y residuos de Europa apliquen medidas serias que ataquen el problema.

El Atlantis Aquarium Madrid, también pone en práctica acciones de contacto con sus visitantes para cuidar las especies en peligro de extinción, a través de educación lúdica y escenifica la vida marina en el futuro cercano, donde las olas son de basura en lugar de agua cristalina.

Consejos y acciones desde casa

Separar la basura, usar productos que puedan reutilizarse como las servilletas de tela, apagar las luces cuando no se estén utilizando, consumir frutas y verduras ecológicas que no usaron fertilizantes contaminantes, no dejar equipos eléctricos enchufados, cerrar los grifos correctamente, utilizar termostato para adecuar aires acondicionados y calefacción, usar el transporte público más a menudo, llevar tus propias bolsas reusables al supermercado, aprovechar la luz natural, cambiar tus bombillas por los de bajo consumo, reciclar lo que puedas (juguetes, ropa, calzado, libros, etc.), plantar árboles, entre otros, son pequeñas acciones que facilitan el ahorro de energía, el reciclaje y el cuidado de los recursos naturales.

Lápices plantables

Uno de los innovadores en asuntos medioambientales es el danés, Michael Stausholm, fundador de CEO, una compañía que fabrica lápices plantables. La idea nació en el Instituto de Tecnología de Massachusetts en 2012, y originalmente el reto era desarrollar un artículo de oficina sustentable en el tiempo,. El resultado fue un lápiz, que después de usarlo se planta en sentido hacia el borrador cuyo material es biodegradable, esto permitió que rápidamente germinaran semillas contenidas en su interior, las cuales se tradujeron en plantas de hortalizas y flores, contribuyendo a la sustentabilidad y cuidado del medio ambiente.

“Cuando vi la idea en el sitio de crowdfundings Kickstarter.com, pensé que era una idea divertida, pero también vi una invención con un gran potencial debido a su singularidad y a su forma sencilla de ilustrar de qué se trata la sostenibilidad. La idea es que escriba su lápiz y luego le dé una nueva vida plantándolo en lugar de tirarlo a la basura“.
CEO de Sprout World.

Hoy es el principal accionista de Sprout y posee patentes y derechos de los lápices Sprout y los lápices de colores. Desde Copenhague y Boston, vende un aproximado de 500 mil lápices mensuales a más de 80 países. El gancho medioambiental es un producto regrabable con el nombre del usuario final, en este caso las empresas compradoras que lo obsequian a sus clientes ansiosos de manejar objetos orgánicos, respetuosos del ambiente y no contaminantes como un regalo ecológico.

Grupos de innovadores y defensores del medio ambiente han impulsado productos cotidianos elaborados con madera de bambú como vajillas, cubiertos, pitillos o pajillas, vasos, relojes de pulsera, partes para autos, bolsas ecológicas, cepillos de dientes, entre otros.