Todas en algún momento hemos pensado o nos preocupamos mucho por nuestra apariencia física y a veces más por la cara, ya que es la que muestra los signos de la edad y la vida.

A algunas les enseñaron desde pequeñas a cuidarse y a otras –como en mi caso en la que por mucho tiempo fui la única niña de la familia– pues no, solo a lavarme la cara y ponerme crema en todo el cuerpo. Lo que fue cambiando mientras fui creciendo, cuando comencé a ganar dinero incursioné en el mundo de las cremas y tratamientos, fue cuando me di cuenta de la gran importancia de crear tu propia rutina.

Después comencé a escuchar de todo tipo de procedimientos y operaciones, las cuales no me habían llamado la atención, bueno solo el baby botox o el botox, ya que la apariencia de una piel saludable y joven es mi punto débil, como el de varias y/o varios.

Entre esos procedimientos estéticos que me llamaron la atención estaba la bichectomía o el bichat, y más cuando veía las fotos de Belinda y Eiza González, comencé a buscar más información ya que no me pareció un gran procedimiento y que te hacía un gran paro pero, claro que no al nivel de ellas dos pues su trabajo es su aspecto físico y su índice de grasa corporal es muy bajo, gracias a sus dietas, entrenamientos personales, además de que seguramente se han hecho más de un arreglito.

La bichectomía es una cirugía menor en la cual te hacen una incisión como de 1 cm por dentro de la boca (lado izquierdo y derecho), se retiran las bolsas de bichat o las bolsas que contienen grasa encapsulada, éstas no vuelve a nacer o a crecer.

¿Qué es la “bichectomía”? y mi experiencia personal

Y pues llegó el día en el que me hicieron la cirugía, fue un procedimiento rápido con una buena doctora, la anestesia dolió tipo como cuando te la aplican en el paladar cuando te van a retirar una muela del juicio.

Al hacer efecto la anestesia me colocaron una especie de aparato de plástico para evitar que cerrara la boca, obviamente no tienes que mover la lengua, iniciaron con la bolsa izquierda, solo sentí que algo me hacían, que era abrirme el “cachete” después con unas pinzas manipulaban la bolsa y cortaban pero, ¡sentía todo el movimiento!

Comencé a estresarme y a sentir ansiedad ya que nunca pensé en eso, con la segunda fue lo mismo, solo rezaba por que acabará, estaba más que agarrada de la silla, me cauterizaron y olía horrible. Si te lo vas a hacer y sufres de ansiedad como yo, creo es importante que lo menciones ya que llega un momento en el que deseas que ya no te quiten la otra bolsa.

Pero, lo hecho, hecho estaba, desde el primer momento se notó una leve mejoría en mis rasgos, me mandaron a casa con una venda compresora y medicamentos, la venda me la tenía que quitar 24 hrs después pero, no podía dormir acostada para evitar hemorragias, una de las peores noches de mi vida.

¿Qué es la “bichectomía”? y mi experiencia personal

Al día siguiente solo se veía abultado de un lado justamente el que costó más trabajo y a la semana tuve mi cita para ver la recuperación lo que sorprendió a la doctora ya que ya había cicatrizado demasiado bien y se notaban cambios.

Tuve cuidados por dos semanas más, estaba más que feliz con los resultados, aunque para ser sincera muchas personas no lo notaron, ¡pero yo sí! Y más al comparar mis fotos, esto no quiere decir que es para todos ya que he visto casos en los que la diferencia es mucha y no se ven bien, por lo que te recomiendo ir con un buen doctor y que te diga la verdad, sobre sí el resultado será o no estético en tu caso.

Si decides hacerte la operación cuídate mucho, más por el riesgo de infección, además debes estar segura, ya que debes firmar un preoperatorio en caso de que se dañen los tejidos que te ayudan a sonreír y tendrías que someterte a otra operación.