Empecé a ver este anime hace más de un mes. Luego, me metí con Cobra Kai, con otras series y lo dejé en espera. Seré sincera desde el principio: La verdad es que miro algo de anime, pero no soy consumidora acérrima.
Entonces, empecé a ver Dorohedoro en Netflix y, siendo sincera, el inicio fue un WTF. Literalmente, me pregunté varias veces qué estaba viendo. Ojo, voy a ser enfática en esto: no fue malo para nada. No lograba hacer el clic para querer maratonearla pero no quería dejarlo. El universo que plantea es tan macabro, oscuro, sucio y vivo que quería ver más.
De repente, me encontraba aprendiendome los nombres, preguntándome acerca de personajes y pensando teorías sobre de lo que estaba pasando.
Porque eso es Dorohedoro: Un mundo vivo, con su propia mitología, sus creencias y festejos que, para nosotros, los mortales, podría ser como vivir en el infierno jaja.
De verdad, odio hablar de la historia porque siento que nada es tan genial como llegar a ver algo sin tener idea de qué esperar pero, dada las circunstancias, creo que deberé hacer una serie de incisos.
Los magos son unos cabrones que van a un mundo a través de una puerta para practicar su magia con humanos. Esta magia deja humo negro en este otro lugar, que contamina todo lo que toca. En este universo, conocemos a Caiman y Nikaido, dos amigos que viven sus vidas en ese mundo y se dedican a matar magos porque Caiman fue maldecido por uno que lo convirtió en reptil.
¿Simple? Lo es, pero lentamente los hilos de la historia se empiezan a abrir y, sin dejar de ser una historia sencilla donde el poderoso pisa a quien no lo es, no tardamos en llegar a un nudo particular.
Hay demonios, satanismo, sangre, visceras, canibalismo y contado de una manera tan orgánica, que no es morboso. Y no sé explicar esto por lo que necesito hacer uso de un ejemplo:
Hay series que viven del factor choque. Por ejemplo, Ratched. No hay razón para decir que el muchacho violó a su padre mientras lo acuchillaba, pero se lo menciona y vemos el flashback. Vemos cosas feas y el director quiere que lo veas y quedes con cara de WTF el resto del día.
En Dorohedoro, lo macabro es parte del día a día, tan normalizado que nuestros personajes lo ven como ir a comprar el pan. En un día festivo, los muertos salen de sus tumbas debido al humo mágico. Para poder limpiar la ciudad, hacen una cacería de zombies, a quienes le quitan unos números para luego canjearlos por premios.
¿Me explico?
Otro punto fuerte de Dorohedoro son los personajes. Nunca vi un grupo tan fluido y carismatico donde cada personaje me agrada. En las series, generalmente tenemos formas de catalogar a los personajes. No somos muy brillantes por lo que le decimos el rubio, la de pelo blanco, el bajito, etc. Aquí las caracterizaciones van más allá. Tienen factores de personalidad tan marcados que los asocias a ello y, rapidamente, te aprendes su nombre.
Un detalle importante para mi: Creo que es la primera vez que no odié a ningún personaje. Todos me cayeron muy bien.
¿Dorohedoro tiene algo que no me haya gustado?
Sí y lo marcaré porque creo que, de no tener esto, sería un trabajo excelente. La animación 3D le quita “vida” a los personajes. Hay momentos que parece que estoy viendo un video juego más que un anime. Los personajes son tan vivos, tan vibrantes con personalidades tan potentes, que la animación normal habría hecho de Dorohedoro algo de otro mundo.
Importante: Por una cuestión del excelente trabajo de los actores de voz, recomiendo que se vea en la voz original japonesa. Estuve revisando las voces latinas y no me parecen malas, pero Ebisu pierde mucho de lo que es sin su actriz de voz original.
Entonces, ¿es un anime para cualquiera?
No, en absoluto. Tiene mucha sangre y es muy retorcido. Hay situaciones donde, claramente a pesar del humor, estamos viendo un abuso de poder y el obligar a alguien a hacer algo que no quiere. Vemos secuestros, asesinatos, masacres… No soy puritana, pero debo aclararlo porque puede haber gente sensible a esos aspectos.
Otra cosa, la muerte, los muertos, el diablo, el infierno y la magia, son cosas muy presentes. Si eres católico o creyente, puede que te incomode.
Sin embargo, es un excelente anime. Muy entretenido, con una historia interesante y un universo que, sinceramente, me gustaría que hicieran para un video juego mundo abierto.
Otro factor importante es que tiene un opening y varios endings a lo largo de los 12 capitulos, donde muestra cosas vinculadas a la historia. Estuve sentada mirando los endings para ver si había algún guiño oculto…¡Y solo hago eso con Shingeki!
Esta historia es fiel a sí misma y, se nota, no tiene miedo a nada. Para mi, es un 8 de diez. Y ojo, esto podría subir más si la historia fuese autoconclusiva, pero claramente nos tendrá esperando por una temporada dos.
