Este piloto asturiano, ganador de 2 Campeonatos de Fórmula 1, ha decidido poner su mirada en otro objetivo, y sería en la moda con la marca de ropa Kimoa, pero también con su museo y Circuito en Asturias. El pasado mes de julio, Fernando Alonso, cumplió 40 años y en él al parecer no tiene ningún vestigio de algún mal rollo existencial.

Para él, “es una edad como cualquier otra”, y esto da a entender que hasta ahora ha conseguido lo que sea propuesto. De joven pensó en tener una vida más tranquila, pero el mundo del motor lo encaminado por ese rumbo, y finalmente la vida en las pistas lo ha llevado a la cima en dos oportunidades y ha dicho:

“y yo siempre he vivido a toda velocidad”.

Actualmente, vive en Mónaco y acabando de llegar en tercer lugar en el Gran Premio de Qatar, pero con el objetivo de conseguir su tercer título, que para muchos expertos el estaría viviendo su segunda juventud, y para las 20 personas que conducen en Fórmula 1 es un privilegio. Alonso tiene 2 Campeonatos Mundiales de Fórmula 1. Podemos decir que fueron El mundial de la Resistencia de la Fia, las 24 horas de Le Mans, y la 24 horas de Daytona, pero todo las generaciones pasan y es algo efímero.

Para el asturiano es muy importante dejar un legado y que lo recuerden, no como “un piloto más que paso por aquí”, sino como un piloto que le puso su amor a este deporte.

En cuanto a su nueva faceta de empresario de la moda y con la cual comenzó en el 2017, junto a su socio, Alberto Fernández Albilares, cuyo nombre es Kimoa, y en hawaiano significa “Sentarse y ver la puesta de sol juntos”. Estas son prendas casuales y deportivas con un cierto aire al surf, y por supuesto al automovilismo, las cuales el usa en sus comparecencias públicas, como buen embajador de su marca y no podría faltar ya que es su emblema particular su gorra de Kimoa, al igual que esos mandibulares que lo caracterizan.

Estas prendas tienen una particularidad, y es que están pensadas para proteger el medio ambiente ya que son sostenibles, son prendas frescas, y al comenzar con este proyecto arrancaron 8 personas; gracias a las técnicas usadas se les ha unido un inversor estadounidense que ha adquirido el 70% de la marca, como lo es Revolution Brands, con la intención de comercializarlas en Estados Unidos.

Una de las paradojas de la vida es que este campeón de Fórmula 1, tuvo un accidente en una bicicleta y se rompió la mandíbula, por lo que tuvieron que ponerle unas placas de titanio. Entre sus dichos existe uno muy acertado: “para un piloto de Fórmula 1, más que la resistencia física, creo que el desgaste tiene más que ver con la concentración total y la dedicación absoluta”, pero finaliza diciendo que algún día se retirará de la Fórmula 1, aunque nunca así del motor.

Fuente Revista Forbes