Con reconocimiento otorgado por la UNESCO, dándole el estatus de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el papel en Japón es un material imprescindible en su cultura, y es una de las industrias principales de este país. Llegó a Japón procedente de China a principios del siglo VII, el papel de cáñamo era el más utilizado por su larga resistencia, que al ser transformado en materia prima era el más adecuado para ser cortado y batid, pero al ser muy trabajoso y requerir mucho tiempo, pronto decidieron comenzar a utilizar las fibras de plantas autóctonas más fáciles de separar, como el kozo, utilizado para hacer un papel flexible pero resistente, gampi, para obtener un producto consistente y una superficie lustrosa, y mitsumata, para darle al papel un acabado terso y suave.

Sin embargo, uno de los papeles que por tradición es de los más usados es el ‘washi’, un papel hecho a mano, que por su versatilidad, resistencia y belleza se comenzó a utilizar con diferentes propósitos. Entre los centros de producción de papel washi más conocidos se encuentran: Hamada en Shimane, Mino en Gifeo, y Ogawa en Saitma, y existen tres variedades de washi, el honminoshi, sekishu-banshi y hosokawa-shi a los que la UNESCO nombró como parte de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial. Cabe aclarar que este reconocimiento no se dio a los artesanos, sino que fue dada al material y a la técnica utilizada para su elaboración.

Este papel se debe fabricar en su totalidad a mano, utilizando sus tres ingredientes principales que son el papel de morena, agua y un mucílago llamado neri, que es vegetal, el cual asegura que las fibras de papel se dispersen con uniformidad. El método que los artesanos han precedido conlleva a purificar las fibras de la corteza de morera, y con ello formar una pulpa, para luego remojarla en un marco convirtiéndola en una pasta moviendo con suavidad hasta lograr que las fibras entrecruzadas formen una hoja de papel mojada, que luego al secarla obtiene la belleza y textura del washi.

La fascinación de Japón por el papel
Foto: visitgifu.com

Existe un distrito llamado Udatsu, donde se lleva a cabo el Festival de Arte Mino Washi Akari, es un barrio con una hilera de casas antiguas que se lograron convertir en museos, cafés, tiendas y galerías. Estas calles suelen iluminarse con las típicas lámparas hechas de este papel; de igual forma existe el llamado santuario Okamoto-Otaki, el cual rinde tributo a la influencia divina del washi y donde realizan un festival anual que se celebra en mayo.

Podemos concluir que además de ser un papel que tiene una durabilidad de mil años, está en todos los aspectos de la vida japonesa, se le vincula con vivencias y sentimientos, y ha sido utilizado en la creación de vasijas en aceite de goma con el que se realizan los paraguas, ropa y artesanías, entre otros; así mismo es utilizado en el kamiko, que es un tejido ligero y transitable pero que resiste a la lluvia, utilizado para realizar impermeables. Y tú, ¿planeas viajar a Japón?

Entre los dichos, existe uno que explicaría perfectamente el significado del papel para los japoneses:

“Si no estamos en contacto con el papel,

se nos seca la piel de las manos.”