«The Room», fue protagonizada, escrita, producida y dirigida por Tommy Wiseau en el año 2003. Este largometraje asombrosamente malo, llegó a convertirse en un film de culto que alcanzó lo más alto de Hollywood.
En las salas de cine, los posters cambian mes a mes, pero un afiche se mantenía constante, el de la película «The Room» de 2003, y no era un afiche que llamara mucho la atención. Muestra el primer plano del rostro de un hombre no convencionalmente atractivo, de edad no definida, cabello largo, y en un enfoque poco estético.
Se trata del rostro del protagonista, Tommy Wiseau, y resume a la perfección el concepto tras el largometraje que es, hoy día, una película de culto. Y no por ser una buena porque, mas bien, pertenece al grupo de películas algunas personas vuelven a ver, una y otra vez, logrando que un fracaso pase a ser un éxito con el paso del tiempo. Es decir, es de ese tipo de películas que son tan malas, que son buenas.
¿Es «The Room» tan mala como dicen?
Desde su estreno, ya hace más de 15 años, «The Room» ha continuado exhibiéndose en algunas salas de cine, eso sí, en funciones especiales.
La noche de su estreno, su director llegó a creer que tenía un drama intenso y respetable en sus manos, digno de una obra de Tennessee Williams, pero la respuesta del público demostró todo lo contrario. Y
Wiseau, se apresuró a declarar que la película era una comedia, aunque nadie le creyó.
El fracaso fue tal, que Tommy Wiseau compró todas las entradas de esa semana para mantener la película en las carteleras, hasta que un estudiante universitario la vio y, más tarde, invitó a todos sus compañeros a verla. Algo que acabó siendo el empujón que «The Room» necesitaba para que comenzaran a hablar de ella.
No solo es mala, es tan rara que resulta increíble que haya llegado a las carteleras, y su creador es incluso más excéntrico que la película en sí, lo que añade una capa más a la leyenda. Cuando «The Room» se hizo conocida entre los cinéfilos, nadie sabía nada acerca de Tommy Wiseau ni cómo pudo juntar 6 millones de dólares para hacer su película, porque no luce como lo haría un producto que costó esa cantidad.
Wiseau usó dos formatos diferentes al mismo tiempo, porque no estaba seguro de cuál se vería mejor. La decoración en las locaciones se obtuvo de forma gratuita y usó efectos especiales que no tenían sentido, al punto de que todo acabó luciendo muy poco natural. Pero esa extravagancia inspiró un interés y morbo tales, que las funciones, con salas llenas, se convirtieron en una fiesta. Incluso sus diálogos se volvieron memorables, al punto de que el público empezó a repetirlos de memoria después de cada función.
La película llegó al formato Blu-Ray y también produjo mucha mercancía para vender. Su director, Tommy Wiseau, llega a presentarse en algunas funciones y disfruta interactuando con los fans. Acabó siendo famoso de la forma menos esperada.
James Franco y el legado de «The Room»
El mejor amigo de Wiseau y co-protagonista del film, Greg Sestero, se sumó al creciente interés por la película y escribió un libro llamado “The Disaster Artist: My Life Inside The Room, The Greatest Bad Movie Ever Made”. Lo penúltimo paso que necesitó de «The Room» para, ahora sí, convertirse en la película de culto más conocida del siglo.
El último fue dado por el actor James Franco, quien leyó el libro de Sestero y lo adaptó para poder dirigir «The Disaster Artist: Obra maestra» (2017). En ella, cuenta la historia del rodaje de «The Room», y resultó ser uno de esos casos curiosos, donde un mal cineasta logra hacer un mejor producto que el material fuente.
Algo igualmente particular, es el hecho de que Wiseau y Sestero son admiradores de James Dean, y James Franco interpretó a James Dean en una película biográfica; por lo que Tommy y Greg siempre consideraron que Franco sería un buen candidato para interpretar a Wiseau en la adaptación del libro.
«The Disaster Artis», recibió una nominación a los «Premios Oscar» en la categoría de la categoría de «Mejor Guión adaptado»; además de dos nominaciones a los «Globos de Oro», una en la categoría dev«Mejor Película de Comedia o Músical» y otra en la de «Mejor actor de Comedia o Musical», en la que James Franco ganó el premio. La cara de Wiseau cuando subió al escenario, para recibir el premio junto a Franco, no tenía precio.
Ni en sus más locos sueños, Wiseau imaginó que «The Room» terminaría recibiendo premios por todos lados, y todo gracias a «The Disaster Artist», en la que, por puesto, hay cameos de Wiseau y Sesteros, un requisito que exigió el primero antes de autorizar el proyecto.
Esta película está disponible en Netflix.
