Ubicado entre Brasil, Paraguay y Argentina, fluye hacia el sudoeste, con una longitud de 4,880 Kilómetros, llevándolo a posicionarse como el 14º más largo del mundo. En Sudamérica, después del Amazonas, es el río que permite el comercio y la vida de millones de personas a lo largo de sus riberas.
El Paraná forma parte de la cuenta de drenaje del centro de Sudamérica, abarcando todo Paraguay, gran parte del sur de Brasil, el norte de Argentina y sureste de Bolivia. Su volumen hídrico se direcciona al Océano Atlántico, a través del Río de la Plata y es casi igual al volumen del Mississippi, con varias ciudades importantes en su recorrido como São Paulo, Buenos Aires, Rosario, Asunción, Brasilia y La Plata.
El Río Paraná está siendo víctima de una sequía histórica, causando graves daños en las actividades tanto económicas como turísticas. El Instituto Nacional del Ambiente ha pronosticado que seguirá la tendencia hacia la baja, y podría alcanzar hasta -50 centímetros para mediados de agosto. Esto dificulta la salida del 80% de los cultivos de exportación, teniendo que disminuir las cargas para no encallar en el lecho del río.
Origen del problema
Los especialistas atribuyen esta sequía al cambio climático que ataca a todo el planeta, además una sequía histórica en el Pantanal paraguayo, sumado al fenómeno de La Niña y la temporada seca del sur de Brasil, calculándose como la más grave en los últimos años. Gustavo D’Alessandro, presidente del Consejo Hídrico Federal manifestó que “en cuanto a los tiempos de duración, es la bajante (el descenso) más importante desde 1944, cuando llegó a medir -0,80 metros de altura”.
Los videos en las redes sociales son impactantes, en partes donde había un río caudaloso se puede pasar caminando de un país a otro. No llueve desde 2019, y cuando lo hace no cubre lo esperado, la comunidad científica estudia esta situación y son muchas las causas que se han ido sumando, según Cecilia Reeves, bióloga del área de humedales para la vida:
Foto: Instagram/@mundiario
“La bajante llega porque hay menos lluvias, desde Brasil hasta el Río de la Plata, el evento de La Niña declarado en 2020, y el cambio climático que parece no queremos asumir con seriedad, además de las continuas deforestaciones e incendios en la Amazonía, ejercen un efecto de transpiración y se forman los llamados ‘Ríos Voladores’, que causan lluvias, pero no se puede trazar una línea de efectos o causas en relación con la sequía”
Lo que es un hecho, es la cantidad de estructuras, desviaciones e intervención que el hombre ha promovido a lo largo de este reservorio de agua dulce, y es menester de las autoridades gubernamentales de los países involucrados, planificar acciones contundentes para garantizar la vida de las especies animales, vegetales y la educación ciudadana para preservar estos recursos naturales, ya que ellos son la garantía para la vida sobre el planeta.
