Disney cuenta con la entrada a sus parques como un ingreso infalible que peligra con los nuevos contagios de la variante Delta del COVID-19. Florida, estado donde se sitúa Disney World, es uno de los mayores epicentros de contagios de los Estados Unidos. Como método de contingencia para contrarrestar las consecuencias, el parque acordó con dos de sus sindicatos de trabajadores en exigirles vacunas para laborar.

Los sindicatos a tratarse son Service Trades Council Union y Actor Equity Association, estos cubren la mayor parte del conglomerado que hace vida en el resort de Orlando. El primero es el sindicato más grande de Disney en general, protegiendo bajo su manto a más de 30.000 empleados.

La situación de Disney es compleja cuando sus ingresos se dispararon gracias a sus plataformas digitales y de streaming como lo ha sido el éxito de su servicio Disney+ durante la pandemia. El estreno de nuevas cintas cinematográficas y series de televisión desde la plataforma significó una multimillonaria entrada de dinero a pesar de no cumplir con los estándares estipulados para un estreno fuera de pandemia.

La proliferación de nuevas suscripciones es otro gran indicio que la compañía logró capitalizar en una expansión reflejada en sus crecientes precios de acciones en Wall Street. Sin embargo, aún es carente el ingreso por entrada y consumo en sus parques de atracciones, de titánicos costos de mantenimiento mientras las restricciones y cuarentenas prohíben la entrada de visitantes.

Aunque la entrada a los parques se ha reanudado con una asistencia satisfactoria y miles de reservaciones en agenda, el espectro de la variante Delta del coronavirus se hace sentir en vientos de preocupación ante eventuales restricciones que regresan. Poner las máquinas en marcha solo para detenerlas en poco tiempo es una estrategia que no se le aconseja a ningún negocio, muchos menos uno de las magnitudes de Disney.

En un comunicado, la compañía alegó apreciar “la comunicación y colaboración con los representantes del sindicato al poder asegurar a nuestros trabajadores en los protocolos de salud. Obtener la vacuna es el mejor método para protegernos los unos a los otros”.

El requisito de vacunación para poder trabajar en algunas compañías ha revelado un apoyo contrastado con refutación en distintos países del mundo. En los Estados Unidos, compañías del calibre de Disney estaban a la expectativa de la crítica popular, al tratarse de decenas de miles de personas las que debían ser vacunadas por obligación en un escenario condicionado por las leyes y derechos laborales norteamericanos.