Nacer mujer en un país como Afganistán es como tener una marca en la frente; para los talibanes ellas son personas de segunda, menospreciadas e ignoradas, y solo convenientes y útiles para ser el medio de procreación. Las mujeres afganas vuelven a tener miedo después de haber experimentado cierta libertad en estos 20 años de ocupación estadounidense. Llegaron a tener la esperanza de un cambio, pero al parecer es un regreso al pasado, y la Comunidad Internacional ha hecho caso omiso al grito de ayuda que ellas hacen acerca del radicalismo absurdo de los talibanes.

La desesperanza de la mujer afgana

Tienen temor a los “barbudos” que de nuevo han tomado el poder, y es que hay muchos testimonios de forma anónima, como es el caso de una mujer ingeniera y activista que cuenta su historia. A partir de los 11 años ha vivido la invasión y la guerra civil posterior al retiro de los rusos, siendo esa época en la que debía entrar a la universidad, pero todo se frustró con los fanáticos religiosos que tomaron el control del poder, que sí, trajeron cierta paz, pero destruyeron los sueños de niñas y jóvenes mujeres de seguir sus estudios.

Resulta increíble que el grupo de los “talibanes“, que significa “estudiantes“, fueran reclutados de seminarios islámicos del vecino país de Pakistán, y refugiados afganos que habían huido de la guerra. Para estos radicales con una interpretación extrema del Islam, las mujeres pierden los escasos derechos que tenían en una sociedad patriarcal pobre y atrasada. Ella cuenta que fue a partir de los 10 años que no podía salir de casa sin la compañía de un hombre de la familia, y tenía que vestir la muy famosa vestimenta llamada ‘burka’ (oculta de la cabeza a los pies, solo con una pequeña rejilla a la altura de los ojos), además de quedar prohibida la escuela más allá de la primaria.

La desesperanza de la mujer afgana

Solo en mi loca imaginación, me llego a preguntar ¿Cómo eran esas familias donde solo hay mujeres?, donde el hombre haya muerto, y qué posibilidades tienen de ser escuchadas para responder: “¿cómo podemos sobrevivir, de qué vivo y qué comemos?”.

Y es en otros casos, en familias muy numerosas, donde las mujeres y niñas quedan a merced de los hombres, para limpiar, cocinar y servir como objeto sexual, y en contacto nulo con el exterior; ni hablar de tener la opción de televisión e internet, ya que la prohibición es absoluta.

La protagonista de nuestra historia nos relata que en una oportunidad viajó a la capital Kabul, y en su pasaporte le marcaron el año 1422, a lo que ella sorprendida cuestionó: ¿qué?”, cuando el viaje fue en mayo del 2001, podrían decir que se trataba de una equivocación, pero era la fecha según el calendario del Islam. Es por ello que a este gobierno se le puede catalogar como cruel, y el trato a la mujer inhumano, sin tener en cuenta que después de la guerra en Afganistán hay más de dos millones de viudas, y que la mitad de algunas comunidades tenían como cabeza de familia a estas mujeres.

Los talibanes dejaban a las periodistas extranjeras sin aplicarles el ‘régimen de apartheid, que si se le imponía a la mujeres afganas. En estos 20 años de ocupación, a raíz de los atentados del 11 de septiembre, los avances que sucedieron en la constitución, fueron notorios para todo el mundo, la democracia y la libertad de que las mujeres pudieran trabajar fuera de sus hogares, así como la libertad de movimiento, fueron algunos de los logros que muchas de ellas temen llegarán a perder, y con estas restricciones se podría producir una fuga de cerebros.

La desesperanza de la mujer afgana

Con un nuevo gobierno talibán con experiencia nula en lo que a gobernar se refiere, y con una prioridad de darle la mayor importancia a la ley islamita radical podría todo venirse abajo. Claro ejemplo está en estos últimos años de ocupación, en los que la escolarización llegó a un 80% para las niñas de primaria partiendo de cero. Al tiempo de hacer esta nota, apareció la noticia de que el Ministro de Educación del gobierno talibán, anunció que autorizarían la educación universitaria a las mujeres de manera separada de los hombres, prohibiendo las clases mixtas; anunciaron que actuarán de manera diferente al periodo de 1996-2001.

Y aunque todos estos cambios significarían un retroceso, habrá que esperar a ver si cumplen lo que están proponiendo.