Esta nota la hago principalmente como un tributo a mi esposo, y a esta marca de navajas que tanto le gustaba, y que él no salía de casa sin ella. Aquellos que lean esta nota y lo hayan conocido sabrán de qué les hablo. Era su herramienta más querida, decíamos: “papi y su Victorinox, era su amiga fiel, siempre lo ayudaba en momentos de cualquier percance en los tantos viajes por carretera que hacíamos.

Es la ‘navaja suiza’ más conocida a nivel mundial, a ser verdad no necesita tanta publicidad, ya que está respaldada por sus múltiples cualidades en calidad. Con los años han perfeccionado su funcionalidad y ha logrado posicionarse como un ícono, solo con ver su emblema ya la identificamos, y con solo tenerla sabrás que te ayudará en el momento que menos lo esperes.

Y como decía mi esposo: “con mi Victorinox conquisto el mundo”

Parte de su origen se remonta a 1884, cuando Karl Elsener, hijo de un sombrerero local, funda un pequeño taller familiar en Ibach, ubicado en el centro de Suiza, para la fabricación de cuchillos, haciendo su primera entrega en 1891 al ejército helvético.

Fuero muchos los años que se tuvo una idea errónea de que todo cuchillo plegable era una navaja suiza, creadas por dos compañías como Wenger SA y Victorinox AG, mismas que en 2005 se fusionaron, siendo los gobernantes de la industria cuchillera helvética. Su producción por decenas, con respecto a su variedad de modelos, se fabrican alrededor de 15 millones por año, mismas que son sometidas una por una a un proceso riguroso de calidad, ya que pasan por 7 fases de producción.

Y como decía mi esposo: “con mi Victorinox conquisto el mundo”

Estas son piezas firmemente construidas para poder luchar con problemas cotidianos, y al ser de bolsillo la convierten en indispensable, de esto puedo dar fe, ya que en mi primer viaje a México, por razones de seguridad en los aviones, tuvimos que esconderla entre los calcetines junto con los zapatos, y así viajó con nosotros a otro país. Una vez llegando a nuestro destino, en verdad que nos fue de mucha ayuda durante nuestro recorrido por carretera.

Dentro de las curiosidades de esta famosa navaja, es que fue una pieza clave para el protagonista de la famosa serie de los años 80, MacGyver. También ha sido expuesta en el museo de Munich como un ejemplo de diseño de funcionalidad moderna, así como acompañante en eventos alrededor del mundo como al Polo Norte, el Monte Everest y claro, la selva amazónica, como a los bosques más profundos del planeta.

Uno de los presidentes de Estados Unidos llamado Lyndon B. Johnson daba de regalo a sus huéspedes en la Casa Blanca esta navaja suiza, los astronautas también la utilizaron en sus viajes al espacio. Pero resulta aun más curioso que dos prominentes figuras religiosas como Juan Pablo II y el Dalái Lama la tenían de acompañante.

Como de inicio lo mencioné, esta breve nota es en honor a mi amado esposo, que en vida siempre contaba con su fiel compañera ‘La Victorinox’, y hoy lo recuerdo con aquélla frase que tanto decía: “con ella puedo conquistar el mundo”.

Y como decía mi esposo: “con mi Victorinox conquisto el mundo”