Tenemos que hacernos a la idea de que este virus llamado Covid-19, seguirá presente. Esta tan temida palabra llamada pandemia, alarmó a la humanidad dejando una ola de muerte y miedo en todos nosotros; con muertes de famosos, pero más que todo, de familiares cercanos y lejanos. Y hay que hacernos a la idea de que seguirán existiendo nuevas olas de contagio, las cuales trastocarán nuestro diario vivir hasta que el mundo alcance inmunidad.
Para los especialistas, el virus conocido como SARS-COV-2, pasará a ser endémico, ¿esto qué quiere decir? Que su presencia será permanente, pero su transmisión se atenuará y podrá ser predecible. En la historia, tenemos como ejemplo la terrible gripe que asoló a la humanidad en el año 1918.
Al día de hoy, ese virus sigue circulando por el mundo a pesar de haber pasado ya 104 años, tras los cuales se formaron varias cepas que han mutado. Todos los virus que hemos sufrido vienen de esa cepa de 1918. ¿Qué sucederá? Pues, que tendremos que adecuarnos a que el Covid-19 tenga que tratarse cómo otra enfermedad respiratoria; con la diferencia de que esta involucrará alto riesgo respiratorio, siendo más peligrosa que un simple resfriado.
En este caso, no podemos seguir sin tener más información que darle a la población del riesgo que se corre, y que cada momento es bueno para la prevención. En el futuro los exámenes para determinar el contagio podrían hacerse mas cotidianos, y quienes sean asintomáticos cargarán con el deber de llevar mascarillas y aislarse preventivamente.
Sin embargo, lo ideal sería que, en un futuro, las pruebas puedan ser más accesibles para todos a nivel global y así, el resto de la sociedad pueda estar mas protegida contra las infecciones. Sabemos que este virus no desaparecerá ya que puede saltar de humanos a animales, y esto siempre nos sorprenderá, y un claro caso de ello fue la variante Omicrón.
Lamentablemente, nuestro mundo todavía tiene un largo camino por recorrer en lo que a estos virus respecta. ¿Qué tenemos que hacer? Pues, tenemos que prepararnos para las nuevas variantes que surgirán y que, lamentablemente, no son fáciles de prevenir.
Seguirán los estudios sobre este virus y posiblemente nos informarán sobre nuevas vacunas preventivas, que no serán la cura, pero sí nos ayudarán a mitigar los síntomas de esta enfermedad.
Fuente revista de Investigación y Ciencia
