Muchos europeos están haciendo compras “nerviosas” que van desde carpas, linternas, cocinillas de gas, velas y alimentos no perecederos, a pesar de que algunos gobiernos dicen que no habrá problemas con la energía, pero el temor de pasar frío y oscuridad no cesa.

¿Qué puede ocasionar este apagón?

Hablemos del SOL

El sol no solo aporta luz y calor, también cubre la Tierra con una neblina de plasma y partículas magnetizadas. Eso se conoce como viento solar, formado por expansión del plasma de la corona del sol, que se calienta constantemente, hasta el punto que la gravedad del sol no puede detenerlo.

A medida que este viento que parece neblina, se aleja del sol, transporta esa nube cargada de plasma y partículas, entonces llega a otros cuerpos y planetas en el espacio, y un planeta como Marte, que no tiene un campo magnético fuerte, tendría problemas.

En nuestro caso, la Tierra tiene un campo magnético que nos protege. Gracias a esa magnetósfera desvía elementos que se acercan a ella, menos cuando se trata de una tormenta solar.

El apagón que tiene a muchos preocupados

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Una tormenta solar puede constar de tres fenómenos a la vez: fulguraciones solares, eyecciones de masa coronal (CME), y tormentas geomagnéticas.

Todas ellas son ráfagas de radiación, y son eventos explosivos importantes del sistema solar. Algunas como las fulguraciones suceden cada 11 años, solo que estamos acostumbrados a ellas y no las percibimos.

Pero no quiere decir que el clima espacial no pueda afectar el planeta. Las Eyecciones de Masa Coronal son las más intensas, podrían inducir fluctuaciones eléctricas a nivel del suelo, que harían estallar los transformadores en la red eléctrica.

Las partículas de una CME pueden chocar con componentes electrónicos en un satélite e interrumpir sus sistemas, por ejemplo. Este planeta cada vez más tecnológico, depende de teléfonos móviles y GPS, que controlan no solo el sistema de navegación de aviones y los relojes extremadamente precisos que gobiernan transacciones financieras.

¿El apagón en todo el mundo?

En 1859, la tormenta solar Carrington, fue la más fuerte jamás registrada. En aquel entonces solo se interrumpió el servicio de telégrafo y se vieron auroras en la zona ecuatorial, estimaban que ocurriría cada 500 años.

En marzo de 1989, este tipo de tormenta bloqueó la provincia de Quebec, en Canadá por 9 horas. De manera que si un evento como el de Carrington sucediera hoy, pondría en peligro las telecomunicaciones globales, satélites en órbita, y estaríamos sin internet y sin luz.

Un posible apagón sería por fallos en la infraestructura eléctrica, por ejemplo en 1972, una erupción solar destruyó las comunicaciones a larga distancia en Illinois, EU. En 2005, los rayos X de otra tormenta solar interrumpieron las comunicaciones y señales de navegación de GPS durante 10 minutos. Quizás les parezca poco tiempo, pero no sería así si usted viaja en un avión.

La magnitud es difícil de descifrar, pero la población experimentaría apagones más fuertes que en el pasado. Un apagón total no sería precisamente lo que ocurra, ya que afectaría zonas de mayor incidencia en ese momento, y es predecible para desconectar equipos que se puedan dañar, pero incidiría en el transporte, sistemas de agua y salud, y si ocurre en países “claves”, también afectaría al comercio.

El internet, un servicio básico para la humanidad estaría en peligro. Las conexiones tendrían riesgo de dañarse, en especial los cables submarinos equipados con repetidores para aumentar la velocidad óptica, que son vulnerables a las corrientes geomagnéticas, y secciones enteras podrían quedar inutilizadas, si solo un repetidor se desconecta.

Si fallan suficientes cables en una región, continentes enteros podrían desconectarse entre sí, es posible que la reparación sea muy complicada, a gran escala que dure semanas o meses.

El apagón que tiene a muchos preocupados

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